25/9/16

“LA SEGUNDA GUERRA”


A 26 años de la zarpada del grupo T.88 a la guerra del Golfo Pérsico el estado argentino sigue manteniendo en el limbo a sus veteranos

Por Charles H. Slim



Han pasado veintiséis años y siguen, desde que dos navíos de combate argentinos zarparon con dos dotaciones compuestas por unos quinientos hombres de la marina de guerra para supuestamente, ir a cumplir con un mandato de Naciones Unidas que en puridad nunca existió. El día 25 de septiembre de 1990 la base Naval de Puerto Belgrano se hallaba alborotada, entre preparativos y movimiento, había una mezcla de nerviosismo, tristeza y también espectancia por conocer que era lo que depararía a esa fuerza naval que partía rumbo a lejanas aguas.


Es por ello que cuando alguien se refiere a la experiencia argentina en el campo de la guerra, no debe olvidar que por su experiencia califica y por muy lejos entre sus pares del Cono sur ya que además de haber luchado en una guerra en 1982 contra el Reino Unido –y por ende contra la OTAN- por la recuperación de la soberanía de sus islas Malvinas y las aguas adyacentes, apenas unos ocho años después fue parte de otra guerra mucho más compleja y lejos de su hogar, cuando en 1990 tras llegar al Golfo Pérsico participo como aliado naval de las fuerzas de Coalición occidental contra Irak. Con esta participación la Armada Argentina demostraba –para pesar de Londres especialmente- que todavía existía capacidad operativa y profesional.


Es muy seguro que nadie y eso incluye al presidente Menem y al Jefe de la Armada de entonces, podía llegar a imaginar lo que devendría de aquella salida y que pudo haber sido una fatalidad de la cual, no habría habido regreso. A la vista en la distancia se puede ver cómo sin considerar riesgos, consecuencias y sin prever responsabilidades que conllevaría dicho involucramiento, el gobierno argentino se colgó del tren del momento como si de una aventura exótica se tratara. A cada año que pasa, se puede entender con mayor precisión lo que represento el involucramiento en aquella “guerra” que sigue marcando la realidad geopolítica del Medio Oriente y del globo.


Con esto podría creerse que los gobernantes de ese entonces, poco o nada sabían de lo que significaba la geoestrategia o la geopolítica que podía evolucionar con esta campaña bélica y de las implicancias que ello acarrearía a largo plazo por el involucramiento ciego y sin conocimiento. Mucho menos, que estaban siendo utilizados por Washington para concretar sus propios planes. Como siempre hemos puesto en duda, pareciera como que nunca en la Argentina hubieron tanques de pensamiento político con objetivos nacionales propios, que no estuviesen contaminados con los intereses de otros estados y gobiernos como se ha venido comprobando a lo largo de estas casi tres décadas de una cruda y descarnada política de intervencionismos contra soberanías y pueblos del mundo.


Pero la faz política de aquellas jornadas no estaban ni podían estar en conocimiento de los tripulantes de los buques argentinos que zarpaban por órdenes del poder ejecutivo. Solo debían acatar la misiva impartida y concurrir a esa misión sin discusiones.


Es cierto que los buques argentinos que participaron en las operaciones bélicas dentro del Golfo Pérsico, no lanzaron incursiones sobre el territorio de Kuwait o sobre Irak; en resumidas cuentas esa no era su tarea.


Como en toda operación bélica, las tareas se dividen en comandos y unidades para operaciones de diversas características sin que ello le quite el mérito de haber servido en dichas operaciones. Las unidades de combate se enfocan a tareas de operaciones directas y para ello, no deben perder de vista sus objetivos distrayéndose de temas que involucran a unidades que deben velar que todo esté en orden para que puedan operar. Una de las peores pesadillas para los generales que dirigían las operaciones desde el CENTCOM habría sido que sus buques de transporte de municiones que entraban por el estrecho de Ormuz, fueran volados o simplemente retrasado en su ruta a los apostaderos sauditas en “Al Jubail”. Solo basta imaginarse una situación semejante para describir cual hubiera sido la reacción del Comando Central Aliado desde donde hubieran pedido la cabeza del encargado de coordinar las tareas de custodia de la ruta de abastecimiento y ese a su vez hubiera descargado su ira contra el jefe del grupo que tenía la zona a cargo y si el caso hubiera sido que el grupo ALFIL 1 cometía un error semejante, no duden que la llamada a Washington hubiera sido como una centella para que “saquen a esos tipos de ahí”.




La tarea de los buques argentinos, canadienses y australianos era la de facilitar el tránsito seguro de dichos buques y a su vez, vigilar el cuadrante este (hacia Irán) donde habían aliados de Bagdad que podían haber lanzado un golpe sorpresivo contra estas rutas, lo que de por sí pudo haber causado un descalabro logístico que habría dejado sin municiones, piezas de artillería e implementos tecnológicos necesarios en el frente.


Incluso no se sabía si Irán mismo podría girarse a favor de Iraq por lo cual las unidades como el ARA Ate Brown y la corbeta ARA Spiro, jugaron un papel preponderante que hasta hoy no son conscientes que prestaron.


La situación geográfica del teatro de operaciones del Golfo, representó un verdadero desafío para las unidades navales argentinas estaban adiestradas a navegar en aguas abiertas y más profundas. Y no solo eso, las características que presenta aquel cajón de aguas poco profundas que baña las costas de Kuwait, Iraq, Irán y los emiratos del golfo, con apenas 200 kilómetros de distancia entre la costa de Irán y Fanatir en el puerto saudita de Al Jubail, hacía que prácticamente los buques estuvieran a tiro de los más rudimentarios cohetes que Iraq pudiera poseer. Según los datos de la posición de navegación del grupo ALFIL 1 en pleno de sus operaciones, mantenían una distancia de apenas 30 kilómetros de las costas iraníes y unos 300 de las costas de Kuwait, distancia notablemente corta y al alcance de los misiles anti buque “Gusano de Seda” que tenía Iraq.


Ahora bien, si lo hubieran sabido de antemano, ¿su gobierno los habría enviado? Pues la historia y la idiosincrasia de los políticos argentinos pareciera decirnos que ¡sin ninguna duda!, siempre y cuando hubiera dinero en juego. Con seguridad de que la administración Bush y menos aún el Estado Mayor Conjunto a cargo del general Collin Powell les dijo a los argentinos que serían enviados a cumplir una fase de las operaciones que además de vital, requería que precisamente no supieran que podría esperarles. Brevemente, estas unidades navales que operaron entre los 27º latitud norte y los 51º longitud este no sabían que estaba siendo expuestos como patos para tiro al blanco, posición útil y muy conveniente para cuidar las espaldas de los grupos de operaciones navales de la primera línea.


Para los almirantes y los comandantes de operaciones navales del NAVCENT, había que proteger a toda costa la integridad de las unidades insignia que servían como comandos de operaciones desde donde se lanzaban los principales ataques y vuelos de reconocimiento sobre los cielos enemigos. Si asignaban navíos propios para proporcionar cobertura antiaérea o incluso de patrullaje para cuidar las espaldas de estas “Task Force”, habrían distraído unidades vitales para el desarrollo de las operaciones navales que simulaban preparar en el occidente de las aguas del Golfo. Y aquello no fue para nada impensado ya que fue en ese sector y muy cerca de donde operaban los argentinos, que se produjo uno de los incidentes más shockeantes e inesperados para los mandos de la Coalición. Pero por efecto de la estrecha censura militar norteamericana, cualquier versión sobre lo ocurrido fue tapado bajo pilas de papeles en los archivos de la DIA e incluso de la CIA.


A pesar de ello, quedo claro que si un buque que cumplía tareas de nada menos Comando y con una vigilancia tan amplia como la que disponía el “USS Midway”, los iraquíes pudieron colar dos cohetes de fabricación china modificados que casi les borró la cubierta, entonces usted podría preguntarse ¿qué habría sucedido si uno de los pequeños buques argentinos se hubiera cruzado en la trayectoria de esos cohetes o peor aún, si el ataque hubiera sido dedicado a uno de ellos? El resultado surge tan escalofriante que hace innecesario que lo pronostiquemos. Entonces de haber sucedido así ¿Cuáles hubieran sido las excusas del gobierno de aquel entonces cuando regresase parte de sus dotaciones en cofres con la bandera en su tapa?


Crean que en ningún momento al presidente Menem o a sus comandantes militares que le respondían, se hicieron algún tipo de cuestionamiento semejante y de haberse producido una desgracia semejante, hubieran realizado alguna parafarnalia con gimoteos para las cámaras y falsos agradecimientos entregándole una bandera a cada familia afectada, pero nada más.


Entonces, reflexionando sobre todo esto y a la distancia de esos 26 años, se puede aseverar que fue una campaña a la cual fueron enviados más de 500 hombres a una guerra no convencional, a miles de kilómetros de su patria en un teatro de operaciones extraño y complejo y pese a la adversidad anímica que ello pudo representar, además de haber cumplido exitosamente con el papel que se asigno en su misión, pasaron a ser parte de la historia que buena o mala, no puede ser obviada por simples burócratas políticos que lejos están de saber siquiera que es lo que pasa dentro de sus propias oficinas.

23/9/16

ESTE 25/09/2016 A 25 AÑOS DE LA PARTIDA AL GOLFO PERISICO


VETERANOS DE AYER



OTRO 25 DE SEPTIEMBRE 2016 QUE PASA Y SEGUIMOS ESPERANDO QUE LOS POLÍTICOS SE DIGNEN A PONERSE DE ACUERDO, SI FUE O SE MANDO A UNA GUERRA BUQUES DE LA ARMADA ARGENTINA.


HOY HAY LEGISLADORES QUE TENÍAN 12 O 14 O UN POCO MAS EN AÑOS POR ESO NO SABEN DEL TEMA, ALGO EN LA HISTORIA QUE LA TENDRÁN QUE ESTUDIAR PERO SE RASGAN LA VESTIDURAS HACIENDO CONTACTO CON KUWAIT, QATAR, Y HAY PROVINCIAS QUE RECIBIERON BUENOS DIVIDENDO PARA FINANCIAMIENTO COMO SAN JUAN , SANTA FE ETC..

SEÑORES ESTO ES UN ESFUERZO QUE LO TUVIMOS QUE GANAR PRESENTANDO NAVES EN EL GOLFO NADA FÁCIL Y ASÍ ENTRAR AL MUNDO INTERNACIONAL, Y NO PASEANDO SI A UNA GUERRA QUE SIGNIFICABA HASTA PERDER LA VIDA.




LO QUE LA TORMENTA DEL DESIERTO SE LLEVO, EN 25 AÑOS SE ESFUMO DE UN PLUMAZO.




El Poder Legislativo dicta leyes materiales que crean un derecho originario y nuevo, que involucra una decisión política, pero asimismo dicta también leyes formales que no contienen normas jurídicas de carácter general, permanentes y coactivas pero que guardan la forma de la ley, por ejemplo cuando otorga una pensión o al declarar la intervención federal (Art. 9, inc. 6 de la Constitución Nacional (CN) ) o al autorizar al presidente a salir de país (artículo 99, inc. 18 de la CN) o permite la salida de tropas nacionales al exterior (Art. 75, inc. 28 CN). 

        
            RESPONSABLES QUE HOY DICE DESCONOCER LOS HECHOS, UN CARADURA DE LO MENOS IMAGINABLE

Si bien la atribución principal del Congreso más conocida es legislar, recordemos que otrora su creación fue originada – históricamente- para que ejerza el control de los gastos realizados por el poder ejecutivo, sobre todo la fijación de tributos al pueblo. La importancia de la función legislativa del Congreso queda consagrada en el artículo 75 de la CN, el cual en su Inc.. 32 determina el objeto de esa legislación: “Hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por la presente Constitución al Gobierno de la Nación Argentina” (Art. 75 inc.32 CN).

El Gobierno Argentino a través del Decreto N° 1560/90 del 13 de Agosto de 1990, ha adoptado las medidas necesarias para incorporar al derecho Nacional lo dispuesto por el Consejo de Seguridad de las Organización de las Naciones Unidas en su resolución N° 661/90.



Que la Resolución N° 665/90 párrafo primero "insta a los Estados Miembros que coopere con el Gobierno de Kuwait que está desplegando fuerzas marítimas en la región, a que utilicen las medidas proporcionados a las circunstancias concretas que sean necesarias bajo la autoridad del Consejo de Seguridad para detener a todo el transporte marítimo que entre y salga a fin de inspeccionar y verificar sus cargamentos de las disposiciones relativas al transporte marítimo establecidas en la Resolución 661/90 y el párrafo tercero, en el cual se "pide a todos los Estados que presten con arreglo a la Carta la asistencia que requieran los Estados mencionados en el párrafo 1 de esta Resolución.

Que el Gobierno Argentino ha recibido solicitudes de asistencia por parte del Gobierno del Estado de Kuwait de conformidad con los términos de la Resolución 665/90 citada precedentemente:

Que de acuerdo con los compromisos Internacionales asumidos, la República Argentina se ha comprometido a prestar ayuda la Organización de las Naciones Unidas en las acciones que esta ejerza de conformidad con la Carta.

La Ley 23.904 en el Art. 1° Dice Autorizase al Poder Ejecutivo Nacional a que a partir de la fecha de vigencia de esta ley pueda disponer las medidas adecuadas para que, de conformidad con la solicitud formulada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a todos los Estados, contenida en el párrafo 3 de su Resolución 678 (1990) adoptada el 29 de Noviembre de 1990 la Fuerza Argentina en el Golfo Pérsico preste el apoyo apropiado a las acciones que pudieran emprenderse en aplicación del párrafo 2 de la citada Resolución, no pudiendo realizar las acciones bélicas directas a las que alude este último párrafo.

Operaciones. La primera tarea asignada a las fuerzas navales, por resolución 661/90 fue la de forzar las sanciones económicas impuestas a Irak por el Consejo de Seguridad de las NN.UU. Las diferentes armadas participaron colectivamente como una Fuerza de Interceptación Marítima (MIF), conformando una fuerza organizada para interceptar la carga prohibida que fuera transportada por buques que zarparan o recalaran a los puertos de Kuwait e Irak. Las armadas de la región del Golfo contribuyeron a patrullar sus propias costas. 

Las trece armadas no regionales que integraron la coalición compartieron cuatro sectores de operación, en los cuales el oficial más antiguo de cada uno asumía como coordinador local: - En el mar Rojo: Francia, Grecia, España y EE.UU. - En el golfo de Adén: Francia. - En el golfo de Omán: Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Francia, Holanda, España y EE.UU. - En el golfo Pérsico: Dinamarca, Italia, Noruega, Reino Unido y EE.UU.

Cuando comenzó la acción militar, las tareas de la fuerza naval internacional se ampliaron. Las armadas regionales se concentraron en el patrullaje de sus costas y en la protección de sus intereses costeros. Las unidades de combate de Kuwait, Arabia Saudita, Reino Unido y EE.UU. se integraron para desarrollar operaciones ofensivas anti-superficie. Los buques de guerra de Argentina, Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Holanda, Noruega y España, proporcionaron protección a las fuerzas logísticas de combate. 

Es destacable que este amplio despliegue de operaciones navales se haya ejecutado exitosamente, sin existir una estructura de mando formal. Sin embargo, se presentaron dos factores que ayudan a explicar esta situación. Primero, once de las trece armadas no regionales de la coalición, pertenecían a una misma organización militar, la OTAN; las otras dos, de Australia y Argentina, se habían ejercitado por muchos años con la Armada de EE.UU., hecho que les facilitó la uniformidad de procedimientos y de comunicaciones para desempeñarse eficazmente en una fuerza combinada. El segundo factor, y probablemente el más importante, fue el bajo nivel de amenaza existente, pues más de 143 embarcaciones de Irak, la mayoría lanchas rápidas, fueron destruidas o seriamente dañadas durante la guerra. Aquellas atacadas en el mar, fueron hundidas por aviones y helicópteros, desde una distancia superior al alcance de las armas iraquíes. De hecho, ningún buque de la coalición fue atacado ni por buques ni por aeronaves y la única amenaza estaba materializada por más de 1.167 minas fondeadas por Irak durante el conflicto. La Armada de Argentina contribuyó con dos grupos de tarea de dos buques cada uno. El primero, zarpó del puerto Belgrano el 25 de septiembre de 1990, compuesto por el destructor Meko 360 ARA Almirante Brown, construido en Alemania en 1983 y la corbeta Meko 140 Almirante Spiro, de diseño alemán, construida en Argentina y comisionada en 1987. El segundo grupo de tarea argentino, fue desplegado desde puerto Belgrano en febrero de 1991, para relevar al primero. Estaba compuesto por la corbeta Meko 140 ARA Rosales, construida en Argentina y comisionada en 1986, y el buque de carga de la clase Costa Sur, ARA Bahía San Blas, construido en Argentina en 1978. La decisión política de enviar estos buques fue adoptada por orden ejecutiva del presidente, quien autorizó al grupo de tarea a monitorear y controlar el cumplimiento de la resolución N° 661/90 del Consejo de Seguridad de las NN.UU. Es decir, autorizaba a los buques a participar en las operaciones navales necesarias para materializar el embargo, impuesto por las NN.UU. a Irak, misión que se traducía en múltiples tareas de interceptación de buques mercantes en el mar, para controlar el tráfico de mercantes en el área y chequear la carga transportada desde y hacia los puertos de Irak y Kuwait. Posteriormente, cuando se inició la acción militar, el Congreso argentino emitió una ley que autorizó el enfrentamiento en combate de sus buques, permitiéndoles participar en operaciones de escolta y emplear el armamento en acciones de autodefensa, sin facultarlos a participar en acciones de carácter ofensivo. 




ARA SPIRO AL ACECHO


El despliegue del primer grupo de tarea duró cerca de ocho meses. Cada buque operó más de 120 días en el teatro; primero en el golfo de Omán como parte de la Fuerza de Interceptación Marítima, desde el 28 de octubre hasta el 30 de noviembre de 1990; posteriormente en el golfo Pérsico, desde el 1 de diciembre de 1990 hasta el 2 de marzo de 1991. Entre octubre y noviembre, interceptaron 761 buques mercantes en el estrecho de Ormuz. Desde diciembre a marzo, participaron en 17 misiones de escolta, desde el área sur del golfo Pérsico hacia las áreas de ataque al norte del golfo, donde operaba el grupo de batalla. Cada combatiente navegó 25.000 millas náuticas en el teatro de operaciones y más de 20.000 millas en tránsito desde Argentina hacia el Medio Oriente y de regreso. En el segundo grupo de tarea, la corbeta ARA Rosales navegó 11.760 millas náuticas en el teatro, interceptando 337 buques mercantes, permaneciendo fuera de puerto base por cinco meses y medio. Ninguno de los grupos de tarea sufrió daños al material ni heridas personales durante la activa y exitosa participación en el golfo Pérsico.

Los grupos de tarea argentinos pudieron cumplir sus misiones en forma exitosa, especialmente después de iniciadas las hostilidades, cuando debieron escoltar a los buques que materializaban el tren logístico aliado y patrullar ciertas áreas para proteger a algunas unidades navales mayores. En esa etapa, los buques se mantuvieron bajo el mando nacional, pero bajo el control táctico del comandante del grupo de tarea canadiense, que como comandante de la Fuerza Logística Combinada (CLF), condujo en excelente forma a las unidades de las armadas que la integraban (Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Holanda, Noruega, España, por lo expuesto lo lograron los 476 hombres de la Marina Argentina. En la cual la Armada Argentina condecora por Resolución EMGA N° 328/13 "Operaciones Internacionales" la distinción de Crisis de Guerra (C/G), además de las ya condecoraciones del Emiratos Saudita y de Kuwait.


http://www.lanacion.com.ar/488110-la-paz-que-no-llega-br-cascos-azules

Solicitando una Pensión por Veteranos del Golfo Pérsico por ser excombatiente de Guerra "Tormenta del Desierto".





FOTO ILUSTRATIVA




Posición de los Buques de Guerra en el Golfo Pérsico fue  Latitud 27°, 7505 Norte y Longitud 50°, 6834 Este.



ESTE 25/09/2016 A 25 AÑOS DE LA PARTIDA AL GOLFO PERISICO


VETERANOS DE AYER



OTRO 25 DE SEPTIEMBRE 2016 QUE PASA Y SEGUIMOS ESPERANDO QUE LOS POLÍTICOS SE DIGNEN A PONERSE DE ACUERDO, SI FUE O SE MANDO A UNA GUERRA BUQUES DE LA ARMADA ARGENTINA.


HOY HAY LEGISLADORES QUE TENÍAN 12 O 14 O UN POCO MAS EN AÑOS POR ESO NO SABEN DEL TEMA, ALGO EN LA HISTORIA QUE LA TENDRÁN QUE ESTUDIAR PERO SE RASGAN LA VESTIDURAS HACIENDO CONTACTO CON KUWAIT, QATAR, Y HAY PROVINCIAS QUE RECIBIERON BUENOS DIVIDENDO PARA FINANCIAMIENTO COMO SAN JUAN , SANTA FE ETC..

SEÑORES ESTO ES UN ESFUERZO QUE LO TUVIMOS QUE GANAR PRESENTANDO NAVES EN EL GOLFO NADA FÁCIL Y ASÍ ENTRAR AL MUNDO INTERNACIONAL, Y NO PASEANDO SI A UNA GUERRA QUE SIGNIFICABA HASTA PERDER LA VIDA.




LO QUE LA TORMENTA DEL DESIERTO SE LLEVO, EN 25 AÑOS SE ESFUMO DE UN PLUMAZO.




El Poder Legislativo dicta leyes materiales que crean un derecho originario y nuevo, que involucra una decisión política, pero asimismo dicta también leyes formales que no contienen normas jurídicas de carácter general, permanentes y coactivas pero que guardan la forma de la ley, por ejemplo cuando otorga una pensión o al declarar la intervención federal (Art. 9, inc. 6 de la Constitución Nacional (CN) ) o al autorizar al presidente a salir de país (artículo 99, inc. 18 de la CN) o permite la salida de tropas nacionales al exterior (Art. 75, inc. 28 CN). 

        
            RESPONSABLES QUE HOY DICE DESCONOCER LOS HECHOS, UN CARADURA DE LO MENOS IMAGINABLE

Si bien la atribución principal del Congreso más conocida es legislar, recordemos que otrora su creación fue originada – históricamente- para que ejerza el control de los gastos realizados por el poder ejecutivo, sobre todo la fijación de tributos al pueblo. La importancia de la función legislativa del Congreso queda consagrada en el artículo 75 de la CN, el cual en su Inc.. 32 determina el objeto de esa legislación: “Hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por la presente Constitución al Gobierno de la Nación Argentina” (Art. 75 inc.32 CN).

El Gobierno Argentino a través del Decreto N° 1560/90 del 13 de Agosto de 1990, ha adoptado las medidas necesarias para incorporar al derecho Nacional lo dispuesto por el Consejo de Seguridad de las Organización de las Naciones Unidas en su resolución N° 661/90.



Que la Resolución N° 665/90 párrafo primero "insta a los Estados Miembros que coopere con el Gobierno de Kuwait que está desplegando fuerzas marítimas en la región, a que utilicen las medidas proporcionados a las circunstancias concretas que sean necesarias bajo la autoridad del Consejo de Seguridad para detener a todo el transporte marítimo que entre y salga a fin de inspeccionar y verificar sus cargamentos de las disposiciones relativas al transporte marítimo establecidas en la Resolución 661/90 y el párrafo tercero, en el cual se "pide a todos los Estados que presten con arreglo a la Carta la asistencia que requieran los Estados mencionados en el párrafo 1 de esta Resolución.

Que el Gobierno Argentino ha recibido solicitudes de asistencia por parte del Gobierno del Estado de Kuwait de conformidad con los términos de la Resolución 665/90 citada precedentemente:

Que de acuerdo con los compromisos Internacionales asumidos, la República Argentina se ha comprometido a prestar ayuda la Organización de las Naciones Unidas en las acciones que esta ejerza de conformidad con la Carta.

La Ley 23.904 en el Art. 1° Dice Autorizase al Poder Ejecutivo Nacional a que a partir de la fecha de vigencia de esta ley pueda disponer las medidas adecuadas para que, de conformidad con la solicitud formulada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a todos los Estados, contenida en el párrafo 3 de su Resolución 678 (1990) adoptada el 29 de Noviembre de 1990 la Fuerza Argentina en el Golfo Pérsico preste el apoyo apropiado a las acciones que pudieran emprenderse en aplicación del párrafo 2 de la citada Resolución, no pudiendo realizar las acciones bélicas directas a las que alude este último párrafo.

Operaciones. La primera tarea asignada a las fuerzas navales, por resolución 661/90 fue la de forzar las sanciones económicas impuestas a Irak por el Consejo de Seguridad de las NN.UU. Las diferentes armadas participaron colectivamente como una Fuerza de Interceptación Marítima (MIF), conformando una fuerza organizada para interceptar la carga prohibida que fuera transportada por buques que zarparan o recalaran a los puertos de Kuwait e Irak. Las armadas de la región del Golfo contribuyeron a patrullar sus propias costas. 

Las trece armadas no regionales que integraron la coalición compartieron cuatro sectores de operación, en los cuales el oficial más antiguo de cada uno asumía como coordinador local: - En el mar Rojo: Francia, Grecia, España y EE.UU. - En el golfo de Adén: Francia. - En el golfo de Omán: Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Francia, Holanda, España y EE.UU. - En el golfo Pérsico: Dinamarca, Italia, Noruega, Reino Unido y EE.UU.

Cuando comenzó la acción militar, las tareas de la fuerza naval internacional se ampliaron. Las armadas regionales se concentraron en el patrullaje de sus costas y en la protección de sus intereses costeros. Las unidades de combate de Kuwait, Arabia Saudita, Reino Unido y EE.UU. se integraron para desarrollar operaciones ofensivas anti-superficie. Los buques de guerra de Argentina, Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Holanda, Noruega y España, proporcionaron protección a las fuerzas logísticas de combate. 

Es destacable que este amplio despliegue de operaciones navales se haya ejecutado exitosamente, sin existir una estructura de mando formal. Sin embargo, se presentaron dos factores que ayudan a explicar esta situación. Primero, once de las trece armadas no regionales de la coalición, pertenecían a una misma organización militar, la OTAN; las otras dos, de Australia y Argentina, se habían ejercitado por muchos años con la Armada de EE.UU., hecho que les facilitó la uniformidad de procedimientos y de comunicaciones para desempeñarse eficazmente en una fuerza combinada. El segundo factor, y probablemente el más importante, fue el bajo nivel de amenaza existente, pues más de 143 embarcaciones de Irak, la mayoría lanchas rápidas, fueron destruidas o seriamente dañadas durante la guerra. Aquellas atacadas en el mar, fueron hundidas por aviones y helicópteros, desde una distancia superior al alcance de las armas iraquíes. De hecho, ningún buque de la coalición fue atacado ni por buques ni por aeronaves y la única amenaza estaba materializada por más de 1.167 minas fondeadas por Irak durante el conflicto. La Armada de Argentina contribuyó con dos grupos de tarea de dos buques cada uno. El primero, zarpó del puerto Belgrano el 25 de septiembre de 1990, compuesto por el destructor Meko 360 ARA Almirante Brown, construido en Alemania en 1983 y la corbeta Meko 140 Almirante Spiro, de diseño alemán, construida en Argentina y comisionada en 1987. El segundo grupo de tarea argentino, fue desplegado desde puerto Belgrano en febrero de 1991, para relevar al primero. Estaba compuesto por la corbeta Meko 140 ARA Rosales, construida en Argentina y comisionada en 1986, y el buque de carga de la clase Costa Sur, ARA Bahía San Blas, construido en Argentina en 1978. La decisión política de enviar estos buques fue adoptada por orden ejecutiva del presidente, quien autorizó al grupo de tarea a monitorear y controlar el cumplimiento de la resolución N° 661/90 del Consejo de Seguridad de las NN.UU. Es decir, autorizaba a los buques a participar en las operaciones navales necesarias para materializar el embargo, impuesto por las NN.UU. a Irak, misión que se traducía en múltiples tareas de interceptación de buques mercantes en el mar, para controlar el tráfico de mercantes en el área y chequear la carga transportada desde y hacia los puertos de Irak y Kuwait. Posteriormente, cuando se inició la acción militar, el Congreso argentino emitió una ley que autorizó el enfrentamiento en combate de sus buques, permitiéndoles participar en operaciones de escolta y emplear el armamento en acciones de autodefensa, sin facultarlos a participar en acciones de carácter ofensivo. 




ARA SPIRO AL ACECHO


El despliegue del primer grupo de tarea duró cerca de ocho meses. Cada buque operó más de 120 días en el teatro; primero en el golfo de Omán como parte de la Fuerza de Interceptación Marítima, desde el 28 de octubre hasta el 30 de noviembre de 1990; posteriormente en el golfo Pérsico, desde el 1 de diciembre de 1990 hasta el 2 de marzo de 1991. Entre octubre y noviembre, interceptaron 761 buques mercantes en el estrecho de Ormuz. Desde diciembre a marzo, participaron en 17 misiones de escolta, desde el área sur del golfo Pérsico hacia las áreas de ataque al norte del golfo, donde operaba el grupo de batalla. Cada combatiente navegó 25.000 millas náuticas en el teatro de operaciones y más de 20.000 millas en tránsito desde Argentina hacia el Medio Oriente y de regreso. En el segundo grupo de tarea, la corbeta ARA Rosales navegó 11.760 millas náuticas en el teatro, interceptando 337 buques mercantes, permaneciendo fuera de puerto base por cinco meses y medio. Ninguno de los grupos de tarea sufrió daños al material ni heridas personales durante la activa y exitosa participación en el golfo Pérsico.

Los grupos de tarea argentinos pudieron cumplir sus misiones en forma exitosa, especialmente después de iniciadas las hostilidades, cuando debieron escoltar a los buques que materializaban el tren logístico aliado y patrullar ciertas áreas para proteger a algunas unidades navales mayores. En esa etapa, los buques se mantuvieron bajo el mando nacional, pero bajo el control táctico del comandante del grupo de tarea canadiense, que como comandante de la Fuerza Logística Combinada (CLF), condujo en excelente forma a las unidades de las armadas que la integraban (Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Holanda, Noruega, España, por lo expuesto lo lograron los 476 hombres de la Marina Argentina. En la cual la Armada Argentina condecora por Resolución EMGA N° 328/13 "Operaciones Internacionales" la distinción de Crisis de Guerra (C/G), además de las ya condecoraciones del Emiratos Saudita y de Kuwait.


http://www.lanacion.com.ar/488110-la-paz-que-no-llega-br-cascos-azules

Solicitando una Pensión por Veteranos del Golfo Pérsico por ser excombatiente de Guerra "Tormenta del Desierto".





FOTO ILUSTRATIVA




Posición de los Buques de Guerra en el Golfo Pérsico fue  Latitud 27°, 7505 Norte y Longitud 50°, 6834 Este.



11/9/16

“RUSIA, ARGENTINA Y EL G20”



Cuáles serán los beneficios de la Argentina ante los nuevos delineamientos geoestratégicos para Eursasia encabezados por Rusia y China
Por Charles H. Slim




Hace tiempo que veníamos exponiendo con lujo de detalles, sobre la necesidad de que Argentina comience una política seria de reestructuración de sus Fuerzas Armadas visto el complicado contexto geopolítico en el que las naciones se ven actualmente inmersas, con nuevos peligros y amplios desafíos a sortear en campo militar y de los cuales no está exento el país. Con esto revive la importancia de reforzar las estructuras de los estados nación que han venido siendo agredidos desde el lanzamiento de aquel “Nuevo Orden Mundial” inaugurado por el presidente George H Bush el 11 de septiembre de 1991. Quizá nunca y menos aún hoy, haya habido lugar para la improvisación en lo que respecta a la defensa nacional y la planificación estratégica que debemos recordar, pudo verse condicionada a comienzos de año por Londres, tras el encuentro entre el entonces primer ministro David Cameron y el presidente Mauricio Macri en Davos.


Pero a pesar de que el gobierno de Macri se halla condicionado políticamente a no direccionar sus contactos externos con gobiernos que no agraden a Washington y Tel Aviv, la regla parece haberse flexibilizado por una cuestión temporal y obviamente bajo el más estricto control. Nos referimos al notable acercamiento que se ha venido dando entre Buenos Aires, Moscú y Pekín que antes de tomar el gobierno hubiera parecido impensado. Estos contactos que se han venido viendo y que se están profundizando en áreas comerciales de diversa índole, parecen orientarse a entre otras cuestiones, reestructurar a las mal trechas Fuerzas Armadas y dotarlas de equipamiento tecnológico ruso de punta que muy seguramente no estará exento de quejas de Londres. Habíamos analizado ya mucho antes de que Macri y su gobierno llegaran al poder, cuáles eran las posibles planificaciones para volver a levantar de los suelos a un ejército sin un armamento a la altura de la realidad actual, de una Armada sin buques y de una Fuerza aérea sin aviones de combate (v.http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/11/en-debate-justo-tiempo-se-frustra-la.html ).


En ésta última semana el viaje de Macri y su comitiva a la Cumbre del G-20 en Hangzu, China, se ha visto circunscripta en un momento histórico de la realidad mundial en la cual se pudo comprobar que EEUU es un país más como cualquier otra en el concierto internacional, al menos así se lo hizo ver el gobierno chino a la llegada de la prepotentes comitiva norteamericana que vio con desagrado que no se le tendiera a Barak Obama una alfombra roja para su recepción. Tal como su conocido modo de conducir sus políticas en el exterior, se puedo ver a una desaforada Susan Rice tratando de dar órdenes a los encargados chinos del manejo de la recepción quienes además de no darle lugar a sus gritos, recibió como contestación “Y este es nuestro país, okey!?”


Pese a que la importancia del G-20 ha sido relativizada en comparación a las que realiza el G-7, lo cierto es que para Argentina puede haber sido la entrada a una nueva realidad, luego de décadas de ostracismo y obsecuencia enfermiza hacia Washington y la Unión Europea.


En este marco, además de las tratativas referidas al comercio, la cooperación en varias áreas del desarrollo industrial y de intercambio de tecnologías, se dio lugar a tratar temas de preponderancia política, estratégica y de seguridad de alcance mundial como es sin dudas el terrorismo y los conflictos de Ucrania y Siria.




Precisamente en estos temas, es que se hallan íntimamente enfrascados los tres grandes actores participes en la cumbre como son EEUU, Rusia y China, disputando tras las bambalinas de aquella despiadada guerra en Medio Oriente, el control de la ruta de la seda.


Sobre esto, luego de que fracasaran las negociaciones entre EEUU y Rusia para llegar a un plan de paz en Siria, ha quedado en claro que dicho fracaso fue deliberadamente buscado por la comitiva estadounidense.


Las razones para ello, son que Washington pretende seguir manteniendo el caos en la región del Sham, que abarca el desierto entre Siria e Iraq que precisamente es la ruta de paso para restaurar las vías comerciales de Oriente a Europa mediante la recreación de aquella vieja ruta de la seda. Con un caos controlado, los estadounidenses con la colaboración de sus aliados, había logrado bloquear los planes de abrir extensas vías de comunicaciones que conecten Pekín con Berlín en particular y Europa en general.


Pero luego de la intervención rusa que dio lugar a los notables progresos del gobierno sirio por empujar a los mercenarios fuera de gran parte de su territorio, La Casa Blanca debió comenzar a maniobrar diplomática y militarmente para no meter la pata, más de lo que lo había hecho ya. Recordemos sino el descalabro de sus programas de la CIA montados en el norte de Siria que –con la colaboración de Ankara- se avocaban a reclutar, armar y entrenar a varios grupos de mercenarios con el objetivo de derroca al gobierno sirio, no de combatir a ISIS. Al ser todo esto puesto en evidencia, continuar con la agenda tal como lo venía haciendo era inviable. Claramente, la intervención de Rusia y el acercamiento de China a Siria ha cambiado el panorama.


Esto se está evidenciando con el liderazgo político y diplomático indiscutible que Rusia encabeza desde los últimos cincos años en todo lo que respecta a encarar los desafíos orquestados desde occidente usando claro, a la OTAN y por supuesto al sector financiero que maneja prácticamente todo el mundo.


Es en medio de esta tensa disputa que la cándida delegación argentina ha ido buscando oportunidades para agregar al país, especialmente en cuanto haga a la posibilidad de abrir nuevos mercados entre Asia y el país.


Corbeta rusa clase Gremiaschi



Y sin dudas de que las expectativas son muy alagüeñas dada las cordiales relaciones que, contrariamente esperaban muchos, fructifican entre el presidente Vladimir Putin y su homologo argentino que han quedado ratificadas –para la sorpresa de muchos- tras el encuentro en China. Al parecer el gobierno argentino hubo autorizado a la delegación encabezada por el ministro de defensa Julio Martínez, ha gestionar posibles adquisiciones de equipos militares para la fuerza aérea y la Armada, con la opción de lograr transferencia de tecnología que de concretarse, marcara una distinción cualitativa en toda la región. De esta manera Argentina podría participar en un mercado novedoso para el Cono sur y de una amplia gama de variedades que en otros mercados se hallan fuera del alcance.


El momento no podía ser más propicio, dado que para Moscú las necesidades de Buenos Aires pueden ser cubiertas en su totalidad y sin los condicionamientos que acostumbradamente se prevén desde Washington y Londres a adquirir basura residual que además de costosa es material que manejan y conocen muy bien los enemigos históricos como son los británicos, quienes trabajan con paciencia y muy sigilosamente en horadar la integridad territorial del estado argentino.


Las posibilidades de un desarrollo en el campo de la defensa argentina, se ven ciertamente muy propiciadas a tener acceso a material tecnológico que puede resolver los problemas de varios puntos estratégicos de los cuales el país adolece desde hace décadas, por claras políticas negligentes. Desde estas perspectivas, habrán grandes beneficios tanto para Argentina como para la Federación rusa que además de ofrecer un amplio abanico de posibilidades en sistemas modernos de defensa, promoverá el desarrollo de las industrias militares rusas con un alto grado de cooperación en base a la confianza y las ganancias mutuas (.https://actualidad.rt.com/actualidad/218215-shoigu-rusia-argentina-estar-listos-cooperacion-militar )


La sorpresiva decisión de Macri no sería otra cosa, que la natural reacción a las costumbristas promesas sin cumplir de los centros de poder occidentales quienes tras trazarle la agenda política bajo condiciones tales como “habrá inversiones financieras si no se tocan las Fuerzas Armadas y otras cuestiones como Malvinas” entre otras más, opto por tomar el toro por las astas y romper con esta vieja situación.


Según han precisado algunas fuentes en Moscú, la comitiva argentina habría sido informada detalladamente de los catalogos de armas que se estaban exponiendo en la feria ARMY 2016 de Moscú, especialmente sobre las que cubrirán las necesidades que actualmente preocupan al gobierno argentino. Entre las posibles adquisiciones que darán mucho que hablar están los aviones de combate SU-25 o posiblemente un lote de aviones MIG-29 remodelados con electrónica de última generación. Para la Armada se habría planteado como sugerencia la adquisición de lanchas rápidas tipo “Escorpión” e incluso alguna corbeta tipo “Gremiaschi” que podría cubrir con éxito el actual y desprotegido litoral marítimo argentino.


Precisamente se prevé que las ganancias provenientes de la industria militar rusa aspiran a llegar en lo que queda de este año a unos 15 mil millones de dólares según han señalado expertos norteamericanos basándose en un artículo del diario ruso Pradva (http://www.veteranstoday.com/2016/09/08/russias-arms-exports-to-reach-15-billion-in-2016/)


En este marco, el mismo ministro de defensa ruso Serguei Shoigú calificó las negociaciones como muy positivas y consideró a la Argentina un “socio importante”, lo que además de romper el mito de que el anterior gobierno seudo-Nacional y Popular de Cristina Fernández era revolucionario por establecer unos timoratos lazos con Rusia, demuestra que más allá de discursos sin contenidos, son los intereses más que los ideologismos los que pesan en la real politik.

8/9/16

Rusia y Argentina podrían ejecutar maniobras militares conjuntas




El ministro de Defensa de Argentina, Julio Martínez, ha expresado que su país desea cooperar en el ámbito militar con Rusia durante el Foro Internacional Ejército-2016, que se celebra en la región de Moscú.

Ministro de Defensa de la Nación Argentina


El ministro de Defensa de Argentina, Julio Martínez, ha declarado que su país podría llevar a cabo maniobras militares conjuntas con Rusia. Lo ha dicho en declaraciones llevadas a cabo en el marco del Foro Internacional Ejército-2016 que se lleva a cabo entre el 6 y el 11 de septiembre.




Putin: "Argentina es un socio económico muy relevante para Rusia"El representante argentino también ha comentado que existe la posibilidad de que Argentina adquiera equipamiento militar ruso, que incluiría embarcaciones de clase polar, barcos multipropósito, aviones y otros vehículos.



En este apartado, Julio Martínez ha indicado que Argentina tiene "muchas necesidades" pero que, en este viaje, a su país le interesa ver "buques polares y vehículos ocho por ocho, helicópteros, aviones de entrenamiento y cazas".

Argentina desea reforzar los vínculos con Rusia

Este día, el ministro Martínez aseguró que el Gobierno de su país desea estrechar las relaciones en el ámbito de la tecnología y la cooperación militar con Rusia. "Reciban un cordial saludo del presidente Macri. He recibido sus disposiciones para profundizar las relaciones con su país", fueron las palabras del ministro argentino.

Según Martínez, históricamente las relaciones entre Argentina y Rusia han sido buenas y la intención del Gobierno argentino es "continuar en ese camino". Destacó además el deseo de su país de alcanzar acuerdos de "tecnología, ejercicios conjuntos y otras cuestiones que creemos que se van a profundizar en este Gobierno ".


Los Veteranos del Guerra del GOLFO Argentinos - Grupo de Tareas 88 - Inserción de la Argentina como ALIADA de las Superpotencias


Dentro de la política exterior de la administración Menem, se valoraba especialmente la recomposición de relaciones con el bloque Occidental, deterioradas por la Guerra del Atlántico Sur y la política exterior de la administración Alfonsín. Una forma de obtenerla era la participación activa en organismos multilaterales, abandonando la política aislacionista de décadas anteriores. A su vez, se quería proyectar la imagen de un país comprometido con el Orden Legal Internacional. Parafraseando a Clausewitz, podemos decir que "la actividad militar es la continuación de la política por otros medios". Se necesitaba dar una señal del nuevo rumbo de las relaciones internacionales de la Argentina. Y para dicha misión se llamó a la Armada Argentina (ARA), que se constituyó, como bien dijo el Almirante Ferrer en la Memoria del Estado Mayor Conjunto de 1991, en el "brazo armado de la política exterior de la Nación".




Alistamiento de las Unidades



Es así que el Presidente de la Nación, Dr. D. Carlos Saúl Menem, en su carácter de Comandante en Jefe de las FFAA, ordenó el 18 SEP 1990 el alistamiento de medios navales para apoyar la operación "Desert Shield" (Escudo del Desierto). El operativo a cumplir fue llamado Alfil por la ARA. Para llevarlo a cabo, se creó el Grupo de Tareas (GT) 88.0, bajo el mando del CN D. Eduardo A. Rosenthal. Dicho GT estaba compuesto por:



Destructor Misilístico Clase MEKO 360H2 ARA (D-10) Almirante Brown ; asignado a la 2da. Div. de Destructores, CF D. Alejandro Tierno 

Corbeta Misilística Clase MEKO 140A16 ARA (P-43) Spiro ; asignado a la 2da. Div. de Corbetas CF D. Oscar González

Sección de 2 Helicópteros SA-316B Alouette III, características 3-H-109 y 3-H-112 ; asignados a la 1ra. Esc. Aeronaval de Helicópteros, CC Alomar. 

Esto paso en repuestas a una guerra que según el entonces Congreso de la Nación Argentina decía que íbamos en misión de Paz. Las FF.AA de EE.UU siguen  y ahora el Gobierno trata de relacionarse con Rusia esto es un cuento de nunca acabar así quedamos en el medio de la Paz ( Guerra de por medio )acá la foto:

  Bombardeo y prendida de fuego los pozos de petróleos.

5/9/16

La paz que no llega Cascos Azules



El sargento primero Sergio Balla perdió las dos piernas al estallar una mina en Croacia. La ONU lo indemnizó con 230.000 dólares, pero el gobierno argentino sólo le dio 1800 y se quedó con el resto. No es el único caso. Esto fue en 13 de Abril del 2003


PARANA "Al gobierno argentino le convenía que los cascos azules volvieran mutilados o muertos, así entraban millones de dólares por el resarcimiento -denuncia Estela-. Es chocante, pero es la verdad."

Su esposo, Sergio Balla, de 48 años, toma un mate y asiente con la cabeza desde su silla de ruedas, en la que se moviliza desde que tres minas antitanque le amputaron ambas piernas en Croacia, hace casi 10 años.



"Las Naciones Unidas mandaron más de 3 millones de dólares en indemnizaciones para todos los cascos azules mutilados, y unos 230.000 dólares por mi situación, pero se los quedó el gobierno", dice con bronca.


Foto: DyN / Ezequiel Pontoriero

Sergio es suboficial principal del Ejército. El 16 de diciembre de 1993 era sargento primero y patrullaba Dragovich, una zona caliente de Croacia, junto al capitán José Rojas. A media mañana tocaron tres minas. La explosión le quitó la vida a Rojas y se quedó con las piernas de Balla, además de romperle en ocho partes la tercera vértebra lumbar, entre otras secuelas. Quienes lo rescataron aseguran que está vivo de milagro, y no podían creer que, al mes y medio, intentara pararse sobre las prótesis que le cedió la Cruz Roja en Zagreb.


¿Qué hacían allí?, preguntó LA NACION.

"Prestábamos servicio en la localidad de Novo Selo. Todos los batallones tenían un sector de responsabilidad y nuestra compañía estaba ahí para cuidar que no se enfrentaran los serbios con los croatas. A 800 metros teníamos un puesto de observación serbio, y atrás de la compañía, detrás de un cerro, estaba el puesto croata. Eramos la mortadela del sándwich. Nuestra misión consistía en hacer patrullas para mantener la presencia de las Naciones Unidas en ese sector y evitar los enfrentamientos."


Balla vive con su esposa Estela y sus cuatro hijos, dos de ellos universitarios, en la calle Salinas, de la zona este de Paraná, un típico barrio de clase media con veredas demasiado angostas. En este hogar se respira alegría de vivir, con varios trofeos a la vista, por el patín artístico que practica la única nena de la casa, pero a la vez hay un dejo de desencanto con los gobiernos.

Como pagaba un seguro, de su propio sueldo, el dinero que cobró por el accidente le alcanzó a Sergio para adaptar su vivienda a la nueva vida: ensanchó las puertas, cambió los sanitarios y la cama de modo que la silla de ruedas "molestara" lo menos posible a los suyos, y se hizo de un auto apropiado. Como los cambios en su casa se demoraban, colocó algunos dólares en el banco, y el dinero quedó luego dentro del ya famoso corralito. El Estado argentino le había pagado 1800 pesos (o dólares, por entonces), por toda indemnización.

¿Qué pasó con la indemnización de las Naciones Unidas?
"En el Ejército dicen que no nos deben nada, y estamos esperando una respuesta de los ministerios de Defensa y de Economía. Sabemos que algunas personas hicieron presentaciones en la Justicia, pero nosotros aún esperamos", dice Balla.
El dinero que no llegó

El caso del sargento primero Sergio Raúl Balla es uno de los ocho casos de cascos azules que no recibieron la indemnización girada por la ONU. En la nómina de compensaciones por fallecimiento figuran el mayor José Rojas (561.557 dólares), el capitán Esteban Lioni (450.514), el suboficial principal Francisco Acuña Godoy (450.907), el sargento Oscar Vallejos (289.816) y el sargento Marcelo Aguilera (296.182). Además de Balla, la ONU decidió compensar por lesiones que causaron incapacidad al capitán Alejandro Reuther (52.976 dólares) y al sargento Gustavo Parras (682.477).

Balla nos amplía que el gobierno argentino se excusa detrás de la ley 19.101, que fija un tope a las indemnizaciones militares, para negar la distribución del dinero, o dice que las compensaciones de Naciones Unidas llegaron para el Estado, porque los efectivos formaban parte de un contingente argentino, por lo que el dinero aportado por la ONU se considera una indemnización al país, y no para los damnificados. Pero Balla recuerda que el propio embajador Emilio Cárdenas, que representó al país en la ONU, rechazó estos argumentos en forma pública.

Su esposa es más drástica: "Con ese criterio, mandamos algunos más y si vuelven mutilados pagamos la deuda externa. Es un disparate. Usted imagine mi indignación -agrega-, porque yo sé lo que ha sufrido Sergio. El perdió las piernas por una causa noble, por la paz, son muchas cosas que se juntan acá", apunta.

En enero de 1998, la ONU giró a la Argentina un total de 2.731.455 dólares con destinos fijados. En el caso del sargento primero Balla le correspondían 229.559 dólares. El gobierno nacional sólo le dio 1800 y se quedó con el resto.

"Teníamos la idea de tomarnos unas vacaciones en familia cuando Sergio regresara de Europa porque en 25 años de casados jamás salimos, pero el accidente enterró varios sueños. Usted aquí lo ve entero, él se ha puesto las piernas, pero yo le aseguro que para una persona amputada no es fácil sonreírle a la vida cada día", sugiere Estela.

Prefieren no abundar en detalles, la situación se entiende. Balla disfrutaba del fútbol con sus hijos en el patio del fondo, hacía unas cien cuadras diarias en bicicleta para concurrir a los cuarteles, jugaba al básquet, salía a caminar con su esposa, y nada gozaba tanto como una tarde de pesca, con amigos, a la orilla del río. Todo eso es tiempo pasado. "Hoy disfruto un día pero lo pago al otro día".

Estela tiene que seguir concurriendo a su trabajo para ayudar a parar la olla, como empleada civil del Ejército, y Sergio se encarga de llevar los chicos a la escuela y de algunas tareas del hogar. Su esposa dice que preferiría estar más en casa para acompañarlo, porque toda la buena onda que se respira en la familia no evita, de tanto en tanto, algunos estados depresivos.

-¿Qué es la guerra para usted, Sergio?

-No hay palabras, hay que vivirla para saber lo que es. La guerra es lo más impune, lo más maldito, lo más atroz. La hacen los hombres por intereses. Se matan por un pedacito de tierra, de agua. Lo que muestran por televisión es la milésima parte de lo que sucede, la guerra es sufrimiento, amputaciones, muerte, chiquitos huérfanos, destrucción, hambre, pobreza, miseria, todo eso es la guerra.

A esta altura, Balla le da un especial valor a las condecoraciones de la ONU y del gobierno nacional, otra paradoja. ¿Está arrepentido de haber ido? "No, no, soy militar y me debo a mi profesión. Nosotros fuimos en representación del país. Eramos de las Naciones Unidas pero en nuestro brazalete estaba la Argentina, me siento un poco abandonado, no por el Ejército, pero sí por el país."

Por Daniel Tirso Fiorotto

4/9/16

Indemnizarán a cascos azules




El Estado retiene desde 1998 pagos girados por la ONU
Daniel Gallo

LA NACIÓN

Entonces cual sera las medidas a tomar por los Veteranos que fueron al Golfo Pérsico en el año 1990/1991, cuando ellos hablan de Paz no es tan así hay guerra o se va a una guerra..Si no lean que paso con los hombres de las FF.AA en misión de Paz.


El Estado se encamina a dar una respuesta positiva al reclamo de indemnizaciones que realizan militares heridos -y familiares de fallecidos- en misiones de paz de las Naciones Unidas.

La controversia comenzó cuando el Estado recibió en 1998 una partida de 3.109.816 dólares, enviada por la ONU en concepto de indemnización para los ocho cascos azules argentinos que resultaron víctimas de incidentes en el exterior hasta 1995. Pero ese dinero no llegó a los beneficiarios al entenderse que la ley 19.101 fija monto de indemnizaciones para el personal militar.


El caso testigo es el del sargento primero Sergio Raúl Balla, cuyo expediente tiene finalmente el visto bueno del Ministerio de Defensa para que se le otorgue la indemnización completa, de 399.942 dólares. Queda por delante la aprobación de la Cancillería.



El sargento Sergio Raúl Balla. Foto: Archivo

El ministro de Defensa, José Pampuro, encomendó el seguimiento del caso al secretario de Asuntos Militares, Julián Domínguez. La posición de la cartera castrense es acelerar los pasos para llegar a una respuesta en favor de los damnificados.
En un campo minado


El sargento Balla perdió las piernas el 16 de diciembre de 1993, cuando el vehículo en el que patrullaba en Croacia fue destruido por una mina antitanque. En ese incidente murió el mayor José Rojas.

Desde el momento en que sufrió la pérdida de las piernas, Balla sólo recibió 1800 dólares como indemnización. El Estado busca ahora compensar el olvido hacia los hombres que sirvieron en fuerzas de paz.


El 29 de abril último, en el final de la gestión de Horacio Jaunarena, el departamento legal del Ministerio de Defensa recomendó abonar la totalidad del pago girado por la ONU. No hizo lugar, en cambio, a un pedido por daño moral de 500.000 pesos.

Domínguez comentó que la cartera militar informó a la oficina del procurador del Tesoro para conseguir ese reparación. Se espera ahora la respuesta de la Cancillería.

En casos similares se encuentran los familiares de los fallecidos mayor Rojas (por cuya muerte la ONU giró 561.557 dólares), el capitán Esteban Lioni (450.514), el suboficial principal Francisco Acuña Godoy (450.907), el sargento Oscar Vallejos (289.816) y el sargento Marcelo Aguilera (296.182). La ONU también envió compensaciones por lesiones al capitán Alejandro Reuther (52.976 dólares) y al sargento Gustavo Parras (682.477).

Según se informa en el Ministerio de Defensa, la posición oficial es reconocer esas deudas.

Habra que seguir los  paso con estos hombres que fueron en misión de paz, y la cartera de defensa sigue haciendo oídos sordos, ni hablemos de la Fuerza Naval enviada al Golfo Pérsico que ya llevamos 26 años sin repuestas algunas o esperarían que alguien venga muerto o sin miembros con discapacidad para toda la vida. Se seguirá luchando hasta conseguir los que el estado se guarda. 

Indemnizarán a cascos azules




El Estado retiene desde 1998 pagos girados por la ONU
Daniel Gallo

LA NACIÓN

Entonces cual sera las medidas a tomar por los Veteranos que fueron al Golfo Pérsico en el año 1990/1991, cuando ellos hablan de Paz no es tan así hay guerra o se va a una guerra..Si no lean que paso con los hombres de las FF.AA en misión de Paz.


El Estado se encamina a dar una respuesta positiva al reclamo de indemnizaciones que realizan militares heridos -y familiares de fallecidos- en misiones de paz de las Naciones Unidas.

La controversia comenzó cuando el Estado recibió en 1998 una partida de 3.109.816 dólares, enviada por la ONU en concepto de indemnización para los ocho cascos azules argentinos que resultaron víctimas de incidentes en el exterior hasta 1995. Pero ese dinero no llegó a los beneficiarios al entenderse que la ley 19.101 fija monto de indemnizaciones para el personal militar.


El caso testigo es el del sargento primero Sergio Raúl Balla, cuyo expediente tiene finalmente el visto bueno del Ministerio de Defensa para que se le otorgue la indemnización completa, de 399.942 dólares. Queda por delante la aprobación de la Cancillería.


El sargento Sergio Raúl Balla. Foto: Archivo

El ministro de Defensa, José Pampuro, encomendó el seguimiento del caso al secretario de Asuntos Militares, Julián Domínguez. La posición de la cartera castrense es acelerar los pasos para llegar a una respuesta en favor de los damnificados.
En un campo minado


El sargento Balla perdió las piernas el 16 de diciembre de 1993, cuando el vehículo en el que patrullaba en Croacia fue destruido por una mina antitanque. En ese incidente murió el mayor José Rojas.

Desde el momento en que sufrió la pérdida de las piernas, Balla sólo recibió 1800 dólares como indemnización. El Estado busca ahora compensar el olvido hacia los hombres que sirvieron en fuerzas de paz.


El 29 de abril último, en el final de la gestión de Horacio Jaunarena, el departamento legal del Ministerio de Defensa recomendó abonar la totalidad del pago girado por la ONU. No hizo lugar, en cambio, a un pedido por daño moral de 500.000 pesos.

Domínguez comentó que la cartera militar informó a la oficina del procurador del Tesoro para conseguir ese reparación. Se espera ahora la respuesta de la Cancillería.

En casos similares se encuentran los familiares de los fallecidos mayor Rojas (por cuya muerte la ONU giró 561.557 dólares), el capitán Esteban Lioni (450.514), el suboficial principal Francisco Acuña Godoy (450.907), el sargento Oscar Vallejos (289.816) y el sargento Marcelo Aguilera (296.182). La ONU también envió compensaciones por lesiones al capitán Alejandro Reuther (52.976 dólares) y al sargento Gustavo Parras (682.477).

Según se informa en el Ministerio de Defensa, la posición oficial es reconocer esas deudas.

Habra que seguir los  paso con estos hombres que fueron en misión de paz, y la cartera de defensa sigue haciendo oídos sordos, ni hablemos de la Fuerza Naval enviada al Golfo Pérsico que ya llevamos 26 años sin repuestas algunas o esperarían que alguien venga muerto o sin miembros con discapacidad para toda la vida. Se seguirá luchando hasta conseguir los que el estado se guarda. 

“OPERACIONES BÉLICAS”


VETERANOS DE AYER


A 26 años de la zarpada del grupo T.88 al Golfo Pérsico, la historia confirma la real naturaleza de su misión.

Por Pepe Beru


ARA ALTE. BROWN



ARA CORBETA SPIRO


Pese a que el 25/09/2016 y con esta fecha  han pasado ya veintiséis años de la partida de la misión naval argentina a las aguas del Golfo Pérsico, el tiempo no ha hecho olvidar dicha participación y menos aún, el carácter de aquella operación que representó al final de cuentas, la presencia argentina en el escenario conflictivo más remarcable y terrible de finales del siglo XX y que aún a nuestros días sigue más vigente que nunca.


Pareciera que tanto los jefes de la Armada Argentina como los representantes políticos de aquella época –y obviamente los actuales-, han sido atacados por una aguda amnesia que no les permite acordarse de cuáles fueron las circunstancias fácticas, jurídicas y políticas en que dichos buques de guerra fueron enviados a las aguas del Golfo Pérsico. Y es que a razón de verdad, de esclarecerlas llevaría a que se deban reparar varias situaciones que han sido mantenidas bajo el tapete de la historia.


La versión oficial que aún subsiste en los empolvados anaqueles de los archivos del Congreso, de la Armada y del Archivo General de la Nación relata que el envío de las naves al Golfo fue por un “mandato de Naciones Unidas” para el “mantenimiento de la paz”; para empezar, ambas son dos grandes falacias.


Cuando se produjo la llamada “Crisis del golfo” tras el ingreso de tropas iraquíes al emirato de Kuwait el 2 de agosto de 1990, Buenos Aires se hallaba en intensas gestiones para seducir a Washington con miras a que trajeran inversiones privadas con el objeto de reflotar un país casi quebrado.


Por esas casualidades del destino, una misión del ministerio de defensa encabezada por el entonces ministro Humberto Romero se hallaba en Washington a la razón de entrevistarse con George H. Bush y el entonces Jefe del Estado Mayor Conjunto el general Collin Powell, para supuestas tratativas sobre la situación de las FFAA argentinas carentes de repuestos de varias unidades de fabricación norteamericana y sobre la situación del proyecto “Cóndor”.

 Justamente en esos momentos, estalló la crisis lo que supuestamente obligo a que Bush y Powell partieran raudos a Arabia Saudita, dejando a la comitiva argentina para ser atendida por el vicepresidente y funcionarios intermedios.


Pero más allá de estas casualidades y bajo el influjo informativo de la versión oficial de Washington, el gobierno de Menem sin analizar las verdaderas implicancias y sin considerar claramente los alcances de lo que podría devenir una participación militar en el Medio Oriente, se comprometió a participar junto a lo que “EEUU decidiera”. Si bien el gobierno argentino argumentó la salida de los navíos el destructor “ARA Alte. Brown” y la corbeta “ARA Spiro”, supuestamente conminadas por resoluciones de Naciones Unidas, ha quedado claro que ello no justificaba jurídicamente la remisión de una “misión de combate” como la que representó el grupo de tareas T.88.I que desde su ingreso al Teatro de Operaciones en el Mar Rojo comenzó con actividades que en el derecho internacional de la guerra representan actos hostiles contra una nación soberana. Esto último hay que subrayarlo, ya que no hubo un mandato de “paz” o una resolución de carácter vinculante del Consejo de Seguridad para emprender dichas acciones.




Aquella ocasión, representó para el gobierno de Menem la oportunidad para dar el salto a lo que él y sus seguidores neoliberales llamaban el “primer mundo” y para ello extendió un cheque en blanco a la Casa Blanca para que dispusieran como lo iban a cobrar. El verdadero trasfondo del envío de éste grupo de batalla no fue otro que el seguir una agenda de política externa que obsecuencia mediante, no midió consecuencias y una de ellas sería, la situación de los efectivos que habían sido enviados a lo que terminó siendo una guerra alta intensidad.


Es a partir de aquella situación de hecho en la que más de quinientos hombres de la Armada Argentina se vieron involucrados primeramente en actividades hostiles como fue el bloqueo económico y de mercancías a la república árabe de Irak, que fueron involucrándose en lo que en la jerga militar se denominan “operaciones militares” que no fueron, ni simuladas ni de mero apoyo simbólico a los esfuerzos de la Coalición Aliada como algunos desinformados trataron de argumentar a lo largo de estos años.


En esa situación y en consideración a las tecnologías militares que se hallaban disponibles en aquel entonces, vale la pena recordar que los peligros de la inserción de ambas naves dentro de un estrecho Teatro operacional –en cuanto a las distancias físicas- como el que representó el espacio acuático del Golfo Pérsico, duplicaron los peligros a los que se vieron expuestos los combatientes de la “Coalición” y por ende los marinos argentinos. Con solo unos cientos de kilómetros de anchura del Golfo, el margen de maniobrabilidad ante amenazas navales lo hacía prácticamente nulo. Y esto solo refiriéndonos a los “peligros convencionales” (misiles, minas y sabotajes) que muy bien pudieron haber causado estragos en el grupo ALFIL I.


Uno de los peligros con que convivieron los argentinos fue, la de tener que operar en aguas plagadas minas que habían quedado de la guerra entre Irán e Irak y que aún permanecían activas. El dato revela que el grupo de tareas se vio involucrado en aguas próximas a las operaciones bélicas que se llevaban sobre Kuwait e Iraq. Es más, según los documentos de las unidades navales de la Coalición agrupadas en el NAVCENT, revelan que tanto el “ARA Brown” como el “ARA Spiro”, realizaban tareas de custodia y patrulla del grupo de ataque liderado por el portaaviones estadounidenses “USS-Midaway” desde donde se lanzaban constantes operaciones aéreas que bombardearon posiciones iraquíes en Kuwait y que llegaban a Bagdad. Y la posición señalada no era para nada relajada ya que, según se especulo recurrentemente por los estrategas en Dahram, si Irán se salía de la neutralidad en la que se había posicionado y pasaba a dar su apoyo a Bagdad, el principal blanco a la vista hubiera sido el portaaviones y todo su grupo entre ellos, los barcos argentinos.


   Secuelas del Portaaviones “USS-Kenedy” 


Secuelas navales 1991 sector de minas



Igualmente y más allá de aquellas ponderaciones –de las cuales los marinos no estaban al tanto- el grupo ALFIL I cumplió su misión de batalla y permaneció en actividad hasta el cese de las hostilidades. Si no fueron alcanzados por el fuego del bando iraquí solo fue una cuestión fortuita ya que, las posibilidades estuvieron servidas.


Ahora bien, pese a ello, los marinos argentinos no han sido debidamente reconocidos por sus méritos en el fragor de esas jornadas, algo que a la vista de la distancia histórica, representa una inconsecuencia que los deja injustamente discriminados en consideración de aquel evento bélico y del reconocimiento que recibieron sus camaradas de las armadas involucradas. En este sentido, pareciera que el gobierno de Menem creyó que podía exponer a los recursos del estado nacional–incluyendo a los humanos-, sin reconocer puntos específicos que hacen a lo estrictamente material y jurídico, sacrificables bajo el erróneo eslogan “Por la Patria o la Paz internacional”. Creyendo equivocadamente que al no haber habido bajas, sus efectivos no eran dignos de reconocimiento y menos aún de alguna compensación por los servicios prestados, les dio las gracias, una apretada de manos al anterior Jefe del Estado Mayor de la Armada y adiós.


Sin dudas se trató de una avivada política que los jefes de estos hombres dejaron pasar. Pero esta omisión del entonces gobierno menemista no desapareció por el paso del tiempo y mucho menos ha perdido legitimidad en cuanto al fondo del reclamo de cada uno de los miembros de las dotaciones actuantes. Para que se entienda la mecánica de este proceder, los marinos argentinos deben recordar lo que lastimeramente ocurrió con sus camaradas del Ejército Argentino, quienes si habían sido enviados bajo el pabellón de Naciones Unidas como “Cascos azules” a Croacia entre 1991 a 1995 y que algunos de ellos, al ser alcanzados por fuego de los contendientes, regresaron heridos o con severos daños. Ese mismo gobierno les dijo “que no les debían nada” y ahí se terminó el tema

 (v.http://www.lanacion.com.ar/488110-la-paz-que-no-llega-br-cascos-azules ) aunque más tarde, la justicia les hizo lugar a sus reclamos.


También habría que recordar, hasta donde estaba dispuesto aquel gobierno menemista con tal de agradar a Washington y lograr de ese modo, aquella demorada promesa de convertir a la Argentina en un país aliado de la OTAN, que en 1998 le ofreció a Washington enviar nuevamente tropas contra Irak, pero esta vez, enviando tropas de tierra (. LA NACIÓN. “Menem se alineo contra Saddam”. http://www.lanacion.com.ar/87298-menem-se-alineo-contra-saddam)


Para ir concluyendo, queda claro que si aquellos marinos que participaron activamente en las tareas de combate dentro del Teatro de Operaciones de lo que se conoció como “guerra del Golfo” entre 1990 y 1991, su posición con respecto a esos cascos azules es claramente disímil ya que, las dotaciones del grupo ALFIL I estuvieron involucrados con una de las partes (Coalición) lo que la legislación internacional reconoce a los combatientes de una guerra derechos inherentes a tal condición, mientras que los llamados “cascos azules” están llamados por un mandato de la ONU a separar a las partes del conflicto. Que esto no haya querido ser visto por el gobierno es una cosa, pero ello no significa que no exista ese derecho latente a ser reconocidos como “veteranos” con todos los derechos patrimoniales inherentes a la calidad de tal.