28/4/16

“¿EXISTEN ALTERNATIVAS PARA LA DEFENSA?”


SEGURIDAD Y DEFENSA




La actual situación económico política de Argentina parece condicionar el desarrollo de un sector defensivo razonablemente óptimo: ¿Hasta cuándo?

Por Javier B. Dal




Aunque el gobierno de Mauricio Macri parece poco decidido a encarar una carrera seria y planificada para reconstruir el abandonado sector de la defensa nacional, las necesidades de una clara política geoestratégica ante los reales y muy cercanos peligros que se ciernen a nivel global, se hacen cada vez más patente la necesidad de construir un área de defensa acorde a las conflictivas circunstancias mundiales, pudiendo hallar solución con algunas políticas decididas que incluso beneficiarían económicamente a las arcas del estado nacional.


No es un secreto que Argentina se halla indefensa y por ello corre un riesgo cierto su integridad no solo territorial sino también en las que involucran a la faz política y económica. Tal como lo hubo razonado alguien ya hace mucho tiempo, quien pretende ser independiente de aquel que depende su plato de comida, se hace claro que es muy difícil que pueda existir tal pretendida independencia. Ello quiere referir puntualmente a que, Mauricio Macri pese a su alineamiento ideológico y político con los centros de poder anglosajones, sabe que no puede pretender cosas que aquellos no están interesados en conceder. Y esto se traspola a la lamentable situación de las FFAA argentinas, que a lo largo de éstas tres décadas, han venido desarmándose sin que los gobiernos pasatistas hayan tomado cartas en el asunto. Pese a que, en los sucesivos proyectos de presupuesto anuales para el área, se sigue manteniendo una ambigua fórmula de “modernización en la formación y desarrollo y fortalecimiento de su capacidad operacional”, los resultados en el terreno de la realidad solo muestra una decadencia pavorosa.


Si alguien no entiende el por qué de semejante situación, solo basta recordar la charla que tuvo Mauricio Macri con el primer ministro británico David Cameron en la cumbre de Davos, en la cual además de haberse impuesto el silencio sobre reclamaciones diplomáticas sobre Malvinas, se dejo en claro que Argentina no debe recuperar su capacidad militar y de ser posible desarmarse completamente (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/defensa-y-seguridad-fuerzas-des-armadas.html )


Sin dudas, ante estas directivas foráneas que para peor parecieran irse acatando al pie de la letra por el actual gobierno, las esperanzas de reconfigurar un planeamiento estratégico para la defensa se ve muy difícil de ver. Si ello continua, habrá que revisar cual es el nuevo significado de la palabra soberanía o simplemente erradicarla del diccionario político argentino.


Esta política de desarme y estancamiento no es nueva ni causal. Desde la asunción del primer gobierno de Juan Domingo Perón, la puesta en marcha de políticas nacionales, entre ellas la de defensa, fueron rutilantes y ampliamente conocidas en todo el continente. Con miras a sacudirse la dependencia de equipos bélicos de Gran Bretaña y con un proyecto geoestratégico claro que se combino con aspiraciones político-económico regionales –como fue el tratado del ABC- Perón entendió que si querían tener éxito, había que desarrollar un brazo armado fuerte y vigoroso para no caer bajo las fuerzas de atracción imperantes de esa época como eran el imperialismo anglosajón y el Comunismo soviético. Así y con la férrea decisión política de un verdadero gobierno nacional y popular se le encargo la tarea de estructurar los cimientos de la industria militar argentina al ingeniero y General de Div. Manuel Savio quien entre otras tareas, creo la Planta siderúrgica SOMISA donde se elaboraban estructuras metálicas bajo la dirección de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM).


Pero tras la gestada caída de Perón en 1955, estas áreas de la defensa fueron lentamente erosionadas por las continuas intromisiones de asesores y aparentes consejos desinteresados de Washington quienes simplemente buscaban cerrar todo tipo de producción siderúrgica y por supuesto, el desarrollo de una industria de carácter militar.

   Bateas de TAM abandonadas tras el cierre de la fábrica



La que una vez fue la industria militar más importante de sud América y tras el paso de gobiernos ciertamente calamitosos para el interés nacional, paso a ser una reducida molécula industrial que solo elabora municiones convencionales para pistolas, fusiles y algunos calibres de ojivas de artillería en la Planta de Río tercero y Fray Luís Beltrán. A la miseria que se sumió el área se agregaron los desmanejos mafiosos que se llevaron adelante durante la era menemista y que entre otras, culminó con la voladura de la Fabrica de Río Tercero en Córdoba, tan catastrófica como los atentados contra la embajada y la AMIA llevados adelante en Buenos Aires. Incluso ésta miseria, sigue presente hasta nuestros días con las repetidas situaciones irregulares en las cuales se han detectado el faltante de toneladas de municiones de variado calibre de la Planta Fray Luís Beltrán que, según informes de inteligencia han ido a parar tanto a Paraguay, a las favelas de Brasil e incluso a grupos de mercenarios que hoy por hoy asolan a Siria.


Recordemos que la industria militar argentina había llegado a desarrollos tan importantes como tecnológicamente destacables, que entre otros productos, había comenzado a mediados de la década de los setentas, la fabricación de los primeros misiles con cabeza inteligente de todo el Cono sur denominado “Cóndor”, algo que no fue dejado pasar por los enemigos del país y que, tras intentos por sabotear el programa terminaron siendo usados y usufructuados económicamente en otras latitudes (. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/veteranos-de-ayer-tecnologia-militar.html )


Otro de los logros que había desarrollado y que representaba uno de los adelantos tecnológicos en el Cono sur era la fabricación de los famosos tanques “TAM” , que se ensamblaban en la fabrica estatal TAMSE ubicada en la Fábrica Militar de Río Tercero en Córdoba. El cese definitivo de la producción de éste vehículo blindado, vino a poner punto final a una industria nacional de punta que curiosamente, se dio en 2012 en pleno del gobierno “nacional y popular”, quien supuestamente con semejante rótulo, debió haber propendido en sostener un área tan vital y estratégica para la defensa nacional. Hoy se conoce que, Israel realizaría algunas reformas a los pocos tanques existentes a un costo bastante discutible.


Algunas informaciones filtradas en círculos de la inteligencia militar, el cierre de la TAMSE y de los edificios anexos de la planta de ensamble habría estado gestionado por el Foreing Office desde Londres que, mediante sugerentes conminaciones a no provocar a la corona, apretó al gobierno berreta de Cristina quien carente de decisión política, opto por obedecer al interés inglés.

F-18G "Growler"



Escandalosamente el presupuesto actual para las tres fuerzas no alcanza ni siquiera para cubrir las necesidades básicas operacionales. Según se ha conocido, la cifra que cubre el presupuesto para el presenta año ascendería a unos 69.000 millones de pesos que, pasados a dólares hacen unos 4.818 millones de dólares que en lo que hace a la adquisición de equipos militares es una miseria. Algunos ejemplos nos dará la idea de lo que estamos exponiendo. Por ejemplo si el gobierno de Macri pretendiera estar a la altura de sus mentores en Washington o, siendo más realistas, al nivel de las Fuerzas Armadas de Chile, la adquisición de un avión de combate norteamericano como el EA-18G- “Growler” (que posee la FACH) debería desembolsar unos 102 millones de dólares por unidad y sin contar con los implementos. Si imaginamos que el gobierno de Macri pretende armar una escuadra de tan solo ocho de estos exponentes, debería desembolsar la suma de 816 millones de dólares quedándole aún unos 4000 millones para atender el resto de gastos y armar a las otras dos fuerzas.


Destructor clase "Aleirg Burke"



En el caso de la Armada, la situación es tan crítica como la de sus colegas de la Fuerza Aérea que ha quedado comprobada con la inexistencia de una flota de guerra que pueda garantizar la soberanía política y económica de las extensas aguas que tiene el litoral argentino. Supongamos –y haciendo un verdadero esfuerzo de imaginación- que Washington da la autorización para entregar a la Argentina unos 20 destructores clase “Aleirg Burke” y para lo cual, le hace una rebaja en la adquisición de estos buques con casco de acero a unos 500 millones de dólares la unidad. Al hacer las cuentas, los encargados del ministerio de defensa se darán cuenta de que será imposible costear la adquisición simplemente por el hecho de que el presupuesto no alcanza. Pareciera algo que no interesa a la clase política que dice representar los intereses nacionales y mucho más si lo contraponemos con algunos ejemplos de lo que son las amenazas actuales y globales.


A modo de comparación entre el escuálido presupuesto argentino y el que insumen algunos grupos irregulares para el gasto de su armamento y operaciones, baste el ejemplo del llamado “ISIS” que en el 2015 publicó que su presupuesto para solventar su lucha contra los gobiernos apostatas de Siria e Iraq, alcanzaba a más de 2000 millones de dólares lo que, pese a no ser un estado real y sin estructuras como las que se conciben en un estado-nación , representa una muy respetuosa caja de recaudación. De este presupuesto, se compran equipos, armas, misiles antitanque, municiones, explosivos y equipos de comunicaciones de última generación. Además se pagan salarios mensuales a los combatientes que rondan entre 300 a 650 dólares por cada hombre. Si a ello le agregamos que las filas de ésta organización alcanzaría unos 50.000 efectivos, el costo de mantenimiento de sus sueldos es realmente importante. Y si eso no bastase, para finales del 2015 el balance de la organización había publicado que habían logrado un superávit que ascendía a los 215 millones de dólares provenientes del negocio del tráfico de crudo.

minúsculo ejemplo de las armas que emplea el ISIS



Para lo que va del año 2016 y a pesar de los reveces propiciados por la intervención rusa en Siria, el presupuesto del “ISIS” no parece haber mermado, algo que quedo demostrado con la adquisición equipos más sofisticados y armas portátiles recién salidas de fábrica. Siguiendo con las comparaciones, el “ISIS” tiene mayor capacidad de fuego que tienen las tres fuerzas en conjunto lo que, desde el punto de vista operacional debería preocupar a los cerebros que se encargan de esta cartera.



Por último y volviendo a la Argentina, vemos que si comparamos estas realidades y le agregamos las mega estafas de la clase política que han sumido al país en un estado de dependencia abominable y tomando el ejemplo de la estafa de 650 millones de dólares correspondientes a los fondos de Santa Cruz a cargo del matrimonio Kirchner, convertido a pesos el botín con que se alzaron éstos dos pájaros de cuenta asciende a nada más ni nada menos que 9.259 millones de pesos, una nada despreciable suma para solo una familia santacruceña que no se halla muy lejos del escuálido presupuesto castrense. Y este es solo un ejemplo de todo lo que podría mejorarse si mucho de los dineros que se han malversado y que han ido a parar a políticos corruptos como los K, volvieran a las arcas del estado para entre otras áreas, comenzar a diseñar y reestructurar alternativas de defensa concretas que con los tiempos que corren no pueden dejarse esperar.

24/4/16

“AQUEL EXTRAÑO ACOMPAÑANTE DEL T.88”



Un supuesto episodio de pos guerra del Golfo Pérsico que demostraría el temor latente que Londres mantenía sobre la presencia Argentina en aquel conflicto.

Por Dany Smith 




Era a mediados del mes de abril de 1991 cuando la escuadra Naval Argentina que volvía de su participación en la guerra del Golfo Pérsico, no advertía que desde lejos y muy discretamente venían siendo observados por uno de los “aliados” con quienes habían compartido tareas en aquella guerra. Con la mayor discreción y sin menospreciar la capacidad demostrada por los marinos Argentinos en aquella guerra, los ojos británicos observaban con sigilo el regreso a casa de sus viejos rivales. Según informes “reservados” de la real inteligencia naval que fueron ventilados en Internet, estaban siendo seguidos por el submarino británico HMS “Tireless” que obviamente no operaba por cuenta propia. Habiendo pasado el ecuador, el destructor “ARA Alte Brown” y la corbeta “ARA Spiro” navegaban a velocidad crucero sin las preocupaciones y lejos de los nervios que habían soportado en aquellos meses en el duro Teatro de Operaciones en Kuwait, sin advertir que habían entrado en zona de la jurisdicción de la OTAN bajo el control de la base británica de la RAF que se halla en la isla Ascensión.


Pese a que la guerra por Malvinas había terminado hacía casi una década, extraoficialmente los británicos no tomaron con muy buen agrado la participación argentina en el Golfo Pérsico. Aunque al principio menospreciaron la posibilidad de que Argentina pudiera ofrecer algún aporte valorable a la misión, el tiempo terminó demostrándoles que pese a la crisis interna que pasaban, sus capacidades operativas terminaron siendo destacables. Eso llevaría a que tras la finalización de la operación “Tormenta del Desierto”, los cerebros de Royal Navy tras sus informes al Foreing Office, se decidiera echar un ojo más cerca a éstos circunstanciales aliados.

 No se trataba de una cuestión de sentimentalismos nacionalistas o de patriotismo –del cual los británicos no hacen mucho caso-. Las objeciones, especialmente provenidas de los sectores castrenses y del Ministerio de defensa de entonces, se fundaban en que la inserción de Argentina en semejante contexto, podría darle ínfulas y muy buen crédito a la vista de los norteamericanos. Otro de los temores estaba en el posible acercamiento institucional entre las armadas norteamericana y argentina que pudiera culminar con la adquisición de nuevos equipos y navíos más modernos.




La guerra había terminado pero para los británicos, los argentinos seguían siendo una seria preocupación para sus intereses en el extremo sur. Fue tras el final de aquella contienda, que Londres reforzó su presencia naval y aérea en las islas con el respaldo estratégico de la OTAN. A pesar de que también el Foreing Office puso el grito en el cielo cuando se entero que una fuerza naval argentina participaría en las operaciones del Medio Oriente, la administración de George H. Bush por intermedio del Departamento de Estado y el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto General Collin Powel, llamaron a la moderación de sus colegas británicos y a tolerar las nuevas reglas de juego que se ponían en marcha. “Los argentinos ahora son nuestros aliados…y deben ser tratados como tales” –habría dicho Powell a su homologo británico- en una de las reuniones que se celebraron para la coordinación de las operaciones en marcha. A contra parte de esta postura en la que Washington buscaba solo, juntar cuantos aliados pudiera, Londres y en especial el Ministerio de Defensa ante la realidad imperante, no dejarían pasar la oportunidad para estudiar de cerca a los enemigos íntimos más dañinos de finales de siglo.


Según varios informes que fueron calificados como “clasificados” por el organismo de inteligencia que operaba en el teatro de operaciones y que estaba dirigido y coordinado por cerebros estadounidenses, no dejaron pasar las continuas maniobras de observación y de vigilancia indirecta que los británicos realizaban por su cuenta sobre las dos unidades argentinas que se hallaban desplegadas en el sur de aquel escenario.


En algunos pasajes de uno de estos documentos se señala que mediante la observación con prismáticos de alto poder se hubo estado controlando las tareas y movimientos del destructor “Alte. Brown” y la corbeta “Spiro”. Como los norteamericanos controlaban las comunicaciones y el sistema de vigilancia electrónica por satélite, fue imposible para los británicos tratar de usar esos recursos para escudriñar impertinentemente dentro de las naves argentinas. Fue por eso que debieron echar mano a las viejas herramientas del espionaje militar. Las mismas se habrían realizado día y noche (con prismáticos NIGHT-SCOPE y señales de luces) desde vuelos de helicópteros y desde buques como el hospital flotante “HMS Argus” y el destructor “HMS Cardiff”, elaborando un informe pormenorizado que sería entregado a Londres a finalizar la campaña. Precisamente, éste destructor que era de la misma clase de los gloriosos “ARA Hércules” y “ARA Santísima Trinidad” había sido parte en la guerra de Malvinas en 1982, operó muy cerca del grupo argentino.




Pero las indagaciones sobre las actividades de los argentinos y de su material naval, fueron más allá de las aguas del Golfo y según continuaba el informe, era parte de éstas operaciones, que un submarino siguiera en detalle la travesía que realizarían para la vuelta. Algunas versiones agregaban que los comandantes de la Royal Navy en “WhiteHall” no estaban muy de acuerdo con esta operación y que de no haber una orden firmada por la propio ministro (John Major), había que insistir con su innecesariedad. Pero las ordenes políticas del Foreing Office parecieron imponerse por sobre las cautelas de los altos oficiales navales.


Según esta versión, la operación británica tenía que pasar inadvertida tanto para los argentinos como para los EEUU ya que si eran descubiertos podría causar un incidente diplomático dándole argumentos a Buenos Aires para apelar a la mediación de Washington y una posible reactivación del tan molesto y ácido tema de la soberanía que a esa altura el gobierno de Menem ya había congelado con los llamados acuerdos de Madrid firmados entre julio de 1989 y febrero de 1990 que se complementaria con el –muy poco conocido- acuerdo firmado el 11 de diciembre de 1990 nominado como el “Acuerdo de Londres”. Era por esta delicada circunstancia que sus movimientos deberían ser tan sigilosos como discretos.


Cuando entraran a aguas de países de la OTAN debían mantenerse fuera del alcance de sus sonares y no despertar sospechas ya que ni los norteamericanos y menos aún la OTAN estaba al tanto de estas pesquisas. De esta forma el submarino “HMS Tireless” que se encontraba en reparaciones en Gibraltar fue asignado a la tarea de interceptar a los objetivos argentinos en las proximidades de las islas Canarias y desde allí seguirlos hasta su llegada a Puerto Belgrano en la Argentina. Sobre la nave que persiguió a la escuadra argenta, surgen algunos contrasentidos ya que otros informes de inteligencia de la época señalaban que el submarino que se hallaba presente a la fecha en la ruta de las naves argentinas y que fue detectado tras el cruce del ecuador era el “HMS Superb” que se hallaba operando al norte de la isla de Ascensión a unas 6 millas de “English Bay”.




El reporte de un helicóptero “Sea Linx” de la Royal Navy con base en Ascensión, dio cuenta que el 11 de abril de 1991 cuando patrullaba por las aguas del norte de la isla habría avistado a uno de los buques argentinos que preparaba su derrota hacía puertos brasileros, presumiblemente Fortaleza o Natan.


Continuando con este reporte, la tripulación del helicóptero ni los mandos en la base de la RAF de la isla, estaban al tanto del seguimiento que se estaba haciendo. Aunque el hecho es bastante dificultoso por la distancia que se asegura el contacto visual, lo cierto es que en esos momentos un submarino británico ya estaba siguiendo con mucha cautela y a una distancia prudente al convoy.


Según revelan otras fuentes, el desarrollo de la operación solo estaba en conocimiento del capitán del submarino, el Comodoro Christopher Craig y el entonces responsable del Foreing Office Douglas Hurd, quienes solo mantuvieron contactos informativos mediante reportes escritos a sobre cerrado y las conclusiones volcadas en el informe. Sobre los pormenores de éste, las fuentes dieron a conocer algunos de los puntos que involucraba la tarea de seguimiento a los argentinos. Se trataba de un cuestionario que tenía puntos desde la identificación de tripulantes que habían participado en la guerra de Malvinas hasta la evaluación del desempeño de las tripulaciones, estado de sus equipos, armamento, pericia sobre sus tareas, grado de profesionalismo y ánimo advertible calificándolo con una tabla numérica del 1 al 5; estado de sus helicópteros embarcados y posibles modificaciones advertibles; ¿Qué armas portaban y si tenía misiles, origen, tipo, clase, y detalles de su apariencia física?; estado de su electrónica y contramedidas; sistemas de radar y posibles mejoras en general etc, etc, etc.


Una última observación a lo que planteaba esta operación y según lo indicó la fuente que filtró esta información, el objetivo último y más trascendente de esta “Task Force” habría sido conocer si la Armada argentina mantenía alguna capacidad ofensiva o posibles perspectivas de que pudiera amenazar a sus instalaciones militares en Malvinas, Georgias y Sandwichs del sur.


Para algunas fuentes, la decisión tomada por los británicos fue impulsada por una obvia necesidad de testear o quizás mejor dicho, de verificar directamente y sin intermediarios el estado operativo de su enemigo sudamericano que sorpresivamente había pasado a ser un estrecho colaborador de Washington. Aunque su curiosidad pudo haberse satisfecho con un pedido de informe a sus colegas norteamericanos sabían que era muy posible que solo le informaran pormenores que no tenían la mínima importancia para “Asuntos exteriores”. Para la mentalidad inglesa, el gobierno de Menem y su aparente vuelco hacia la OTAN supuso que los argentinos se traían algo bajo la manga y así era, querían cerciorarse de que se trataba.


Este raro episodio de espionaje en momentos que justamente se derrumbaba la URSS y con ella, todo aquel escenario de la guerra fría que se caracterizo precisamente en décadas que insumieron incontables recursos destinados al espionaje y contraespionaje, fue enterrado y mantenido bajo el más absoluto secreto en los polvorientos archivos de la Real Inteligencia Naval que luego de 25 años, vinieron a salir a la superficie por mera casualidad o tal vez, por la el accionar de manos impertinentes que ha ayudado a desclasificar miles de documentos que hoy pululan por el internet.

9/4/16

“VOLVER AL FUTURO: ¿REGRESA ARGENTINA AL GOLFO?



Cómo podría encarar la Argentina una posible reinserción de sus FFAA en una posible campaña en el Golfo Pérsico

Por Pepe Beru




               Despedida del G.T. 88 en 1990



Hace justo veinticinco años y en estas fechas las dotaciones navales del grupo de tareas 88.1, denominado como ALFIL 1, se hallaban dentro de las aguas jurisdiccionales brasileras preparándose para un alto en el puerto de Fortaleza. Atrás quedaban las estresantes jornadas en aquel lejano teatro de operaciones en una exótica región en la que jamás hubieran imaginado terminarían yendo y menos aún que serían parte de una guerra que se sigue desarrollando hasta estos días. Aquellas hirvientes y peligrosas aguas del golfo pérsico habían quedado atrás y con un muy bien ganado relajo, los efectivos de las dotaciones “ARA Alte Brown” y la “ARA Spiro” mientras se fumaban un cigarro, recreaban la vista del magnífico clima tropical de las playas brasileras.


Pero una vez que paso todo aquel trajín en medio de una de las guerra convencionales más desastrosas de finales del siglo XX, muchos de ellos se dieron cuenta de que estuvieron al filo de la navaja y que solo fue una cuestión de fortuna el no haber sido el blanco de alguno de los dispositivos ofensivos que los iraquíes habían dispersado en las costas propias y del emirato de Kuwait.




                   

Esc. Aluette, en 1991



A la misma conclusión habían arribado varios expertos internacionales cuando advirtieron que, el precipitado final de la guerra trajo un alivio a los comandantes de las operaciones navales agrupados en el US.NAVCENT, quienes por aquel entones temieron lo peor si las hostilidades se extendían. Desde aquel centro de operaciones fue donde se diagramaban y dirigían las operaciones y los movimientos de los grupos de tareas tanto para lo ofensivo como para lo defensivo, éstas últimas especialmente asignadas al grupo de Tareas G.T. 88.I, que conformaban los dos buques argentinos y que se le denominó con el nombre clave ALFIL I. Desde las 00300hs del 17 de enero de 1991 se cruzó la línea roja del estado de “Alerta pasiva” a “estado de guerra” y desde ese momento hasta la culminación de las operaciones bélicas, ambas dotaciones mantuvieron actividad en “zafarrancho de combate” tanto para atacar como para defender en el caso que el Comando respectivo lo ordenara.


En realidad, ambas dotaciones corrieron con suerte y no fueron blanco de los posibles ataques aéreos y variados misiles costeros que contaba Iraq y que incluso, tras ocupar el emirato de Kuwait pudieron incautar las existencias de misiles como los “OTOMAT-MDBA” y los temibles “EXOCET M-39” que tenían los kuwaitíes para usarlos contra los buques aliados que se arremolinaban en la boca del Golfo. Solo fue una cuestión fortuita y nada más, ya que la realidad en aquel teatro, los peligros eran múltiples y letales (v.http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/veteranos-de-ayer-desclasificando-en-el.html ).


De estas manera, los emplazamientos de misiles Frog-7 con alcances intermedios de unos 100 a 150 kms o los C-801 chinos reformados que con un alcance de 120 kms podían cazar a una corbeta pese a sus contramedidas, representaron un obstáculo que logro saltarse solo por mantener una distancia prudencial de la línea costera, que en varios casos no fue suficiente.


Pero en aquella época, estos sistemas defensivos aunque letales, tenían una limitada autonomía de operatividad, haciendo que mediante el mantenimiento de una distancia prudencial, se pudiera prevenir un golpe sorpresivo como los que sufrieron algunas unidades de la primera línea de aquella fuerza naval y que por cuestiones de política informativa, fueron censuradas al conocimiento público. Actualmente la variedad de sistemas de misiles costeros son además de costosos altamente eficaces no ya para golpear a un buque de mediano porte como es un destructor, sino incluso el poder borrar en un abrir y cerrar de ojos al portaaviones más grande que EEUU tiene en existencia.







            Argentinos operando con norteamericanos



En la actualidad, los sistemas de misiles antibuque superan los 200 kms y las perspectivas de sobrevivencia de un buque en el espacio acuático del golfo lo hace prácticamente presa fácil.


Hoy el objetivo de los EEUU y de su aliado Israel es atacar a Irán, un blanco que a diferencia del Iraq en la campaña de 1990-1991, se presenta como un peligroso desafío naval. Para algunos, las acciones de estos socios solo se reservaran a una campaña aérea en búsqueda de destruir los principales centros de investigaciones nucleares y no nucleares. Pero aunque los planificadores de esta posible campaña ven más factible un ataque relámpago sobre el país persa, lo cierto es que Irán hace más de una década ha venido mejorando en forma asombrosa sus sistemas defensivos antiaéreos, incluso sin la tenencia de los “SS-300” rusos -que fue acordada en abril del 2015, pero suspendida a último momento-, los iraníes cuentan con una variada clase de armas capaces de repeler una agresión furtiva con F-117 como la que seguramente lanzarían los estadounidenses e israelíes.


Además y según han analizado varios expertos, si Hillary Clinton llega al poder, es muy seguro de que su apoyo a Tel Aviv sea sensiblemente mayor al que incluso, George Bush le dio durante la mayor parte de comienzos del milenio. Esto se traduciría en una abierta política hostil hacia Teherán lo que seguramente llevaría a dar por concluidos los acuerdos que la Casa Blanca llegó en 2015. Caber recordar que a comienzos del año, el extraño incidente de las lanchas rápidas norteamericanas capturadas por la Armada iraní habría estado deliberadamente enmarcada en un plan más complejo, en el cual ambas embarcaciones serían blanco de un ataque orquestado por Tel Aviv para luego endilgárselo a Teherán. Los planes se vieron arruinados por la interferencia de la novedosa arma de las fuerzas aero-especiales rusas que anula e incapacita todo sistema electrónico, lo que habría dejado inoperantes los sistemas armas del submarino israelí que se preparaba para la sangrienta charada (v. The Saker.http://thesaker.is/nuland-meets-surkov-to-warn-about-imminent-nato-attack-by-scott /) .


Tal como lo han revelado algunos medios, la finalidad última de este conato que claramente se encuadra en una operación de “Falsa bandera”, habría sido la de crear la causa política a medida, un verdadero Casus Belli que le daría a La Casa Blanca y tangencialmente a Tel Aviv, los argumentos para victimizarse ante el foro de Naciones Unidas y obtener el aval de la organización para una campaña bélica brutal y desmedida que seguramente, sería justificada con resoluciones que dicho sea de paso, Israel jamás respeto.


En este marco de una escalada de juegos sucios y búsqueda por comenzar una nueva contienda en la región, vemos como con se preparan nuevas situaciones para tratar de meter a Irán en un conflicto que sería muy provechoso para Tel Aviv dado que, es la república Islámica “el enemigo” que ha venido estorbando sus planes expansivos, jurando destruirla sin importarle –como lo han hecho con el Líbano, Iraq y Siria- cuanta gente deba morir para satisfacer sus ambiciones mesiánicas. Pero lo preocupante de todo esto, es que podría haber tratativas entre el gobierno argentino y Washington para esbozar algún papel en ésa situación, usando como principal argumento, la supuesta autoría de Irán en los atentados contra la embajada de Israel en 1992 y la explosión de la AMIA en 1994, algo que al presente estado de las FFAA y de la realidad armamentística de los contendientes, sería simplemente un suicidio.





Para compensar esta situación de total inoperancia de las fuerzas armadas, la visita de Obama el 24 de marzo pasado, trajo en su maletín entre otras cuestiones, un plan de re estructuración de parte de este sector supuestamente, para reforzar las intervenciones “humanitarias” en África. En aquel se prevé la entrega de equipos, entrenamiento y aviones C-130 para la Fuerza Aérea Argentina para operaciones logísticas en aquel continente. Según algunos analistas, el gobierno argentino podría insertarse en estas operaciones que abarcan a países como Mali y Libia, bajo el argumento de la ayuda humanitaria y en la lucha contra el terrorismo que, poco a poco llevaría a que Buenos Aires logre colocar efectivos en operaciones más al oriente, como las que se han venido planeando desarrollar en el Golfo Pérsico con especial atención en el control de estrecho de Ormuz, paso estratégico para el ingreso a la región y sector altamente peligroso para la integridad de los buques que traten de agredir a la soberanía iraní.


Otras fuentes hablan de que a estas cooperaciones con la Fuerza Aérea se agregaría una en el área naval, con la entrega de algunos buques de rezago, que podrían ser destructores clase Spruance o Kidd que con una antigüedad de treinta años en promedio, hace que la famélica armada argentina lo vea como un “juguete nuevo” para un niño. Como contrapartida a estas generosas “donaciones”, el Pentágono requeriría que el ministerio de defensa argentino colabore con el Comando sur estadounidense y se pliegue a las maniobras de defensa hemisférica que, evidentemente, llevara implícitas las condiciones operativas señaladas previamente desde Londres (v.http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/defensa-y-seguridad-fuerzas-des-armadas.html ).



Destructor Clase Kidd



Para tales fines, se abrieron oficialmente los contactos entre el Pentágono y las Fuerzas Armadas Argentinas, cerrando el estado de congelamiento de las relaciones castrenses que se vino dando desde el 2009 y que se reabrirán con un encuentro a realizar en el mes de mayo próximo en la ciudad de Washington (dc), lo que traerá tela para cortar. En dicho encuentro, algunas fuentes aseguran que se plantearan los temas de “Operaciones de paz” y “defensa hemisférica” algo que, a lo que el gobierno de Cristina Fernández hubo acordado con China con la instalación de la base de control satelital en Neuquén, desatara un tironeo bastante difícil de resolver entre Buenos Aires y Pekín.


En lo que respecta a las tareas sobre “Operaciones de paz” no se conoce bien cuales el itinerario que el Pentágono pondrá sobre la mesa. Sobre lo que EEUU entiende como “operaciones de paz”, se ha podido advertir como ha usado este rótulo como un mero eufemismo para intervenir en Libia en 2011 y Siria en 2014, causando una catástrofe humanitaria de la cual, Obama invitó a Macri a hacerse cargo receptando refugiados que, además de huir del “Daesh” y de los grupos mercenarios adiestrados por las agencias de inteligencia occidentales, han sido empujados por los bombardeos de la “Coalición liderada por EEUU”.


Esto ha desatado las preocupaciones de quienes conociendo las intervenciones estadounidenses en el exterior y que han desatado guerras que aún no terminan, ven en la clara ignorancia del gobierno de Macri en lo que se metería si se aviene a acompañar misiones con aquel rótulo que en realidad, son acciones de intervención agresiva, tal cual hemos señalado al comienzo de éste articulo.


Igualmente y pese a la experiencia única –en todo el Cono sur- de la Argentina y en particular de la Armada en una campaña militar de proporciones, adquirida tras la participación en la crisis que desemboco en la guerra del Golfo Pérsico de 1991, los gobiernos pasatistas de la “Rosada” nunca han tomado enserio la situación de operatividad de sus fuerzas fuera de sus fronteras, algo que vergonzosamente se puede ver en el imperdonable abandono del área de la defensa y en la hasta ahora no tratada situación de los efectivos que fueron remitidos a aquel conflicto y que a pesar de haber participado activamente dentro del Teatro de Operaciones de Kuwait (TOK) para desalojar a las tropas iraquíes del Emirato de Kuwait, no hayan logrado el bien ganado reconocimiento legislativo que la calidad de combatientes les reconoce la ley internacional. Sin dudas, éste gobierno tiene la oportunidad histórica de enmendar esta situación que se ha extendido por largos 25 años.