25/7/14

Argentina enfrentará a Bahréin en el mundial de hándbol Deportes








AIN.- En el marco de la fase final del campeonato mundial de hándbol, que se llevará a cabo en Qatar, en enero del 2014, la selección argentina se enfrentará a su par bahreiní en el grupo D.

Completarán el grupo de Argentina, las selecciones de Dinamarca, Polonia, Rusia y Alemania.

Por su parte la selección argelina, jugará en el grupo C, con Francia, Suecia, Republica Checa, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.

Asimismo, la selección tunecina, se enfrentará en el grupo B, a las selecciones de Croacia, Bosnia Herzegovina, Macedonia, Austria e Irán.

Y por ultimo, la selección del país anfitrión, Qatar jugará en el grupo A, en compañía de las selecciones de España, Eslovenia, Bielorrusia, Brasil y Chile.

23/7/14

Educación y Salud en Kuwait



Promueven en Bahréin igualdad de oportunidades laborales para mujeres




Promueven en Bahréin igualdad de oportunidades laborales para mujeres



AIN.- El ministerio de Trabajo de Bahréin anunció ayer la formación de una denominada Unidad de Iguales Oportunidades (UIO) para facilitar mecanismos de inserción equitativa de las mujeres necesitadas en todo el ámbito laboral.

La directiva del rey Hamad bin Isa Al Khalifa de Bahréin pretende activar el Modelo Nacional para la Inclusión de Mujeres Necesitadas, una iniciativa promovida por el primer ministro, príncipe Khalifa bin Salman Al Khalifa, en base a un reclamo del Consejo Supremo para las Mujeres (SCW).

Un portavoz del Gobierno precisó que el ministro de Trabajo, Jameel bin Mohammed Ali Humaidan, designó al subsecretario de esa dependencia, Sabah Salem Al-Dosary, para presidir la UIO y ejecutar un plan institucional trazado para el cuatrienio 2011-2014, informó Prensa Latina.

El SCW impulsó la creación de un mecanismo para activar iniciativas de inclusión de las féminas, y la nueva instancia definirá jurisdicción y obligaciones en ese sentido, en particular controles, criterios y planes relevantes para aplicar principios de igualdad de oportunidades.

Gobierno kuwaití enmienda ley para protección de la niñez




Ministro de Salud de Kuwait, Alí Al-Obaidi



AIN.- El ministro de Salud de Kuwait, Alí Al-Obaidi, aprobó ayer una enmienda a la ley para la protección de la infancia contra actos de abuso y negligencia, con sanciones severas para quienes propinen maltratos.

El viceministro de Salud y jefe del referido comité nacional, Khalid Al-Sahlawi, declaró a la agencia oficial kuwaití, Kuna, que “la formación de una comisión de protección de la niñez tiene el objetivo de establecer medidas legales contra los autores de abuso y maltratos”.

Al-Sahlawi, agregó que Expertos de los sectores público y privado, miembros de organizaciones no gubernamentales y sociedades ligadas al cuidado de la infancia formarán parte de la instancia.

Por su lado, la directora del departamento de pediatría y niños prematuros en la referida cartera y vicepresidenta del comité, Mona Al-Khawary, señaló que se proponen un estudio de las leyes actuales sobre la materia en aras de desarrollarlas y modernizarlas.

22/7/14

26 DE SEPTIEMBRE FIESTA ANIVERSARIO

AL CUMPLIRSE 23 AÑOS EN SEPTIEMBRE 2014 DEL REGRESO AL PAÍS DEL GOLFO PÉRSICO MIS MEJORES ANHELOS CON ESTA TARJETA LES GUSTA ???



Israel usa bombas con dardos de acero contra los palestinos de Gaza






AIN.- Una organización palestina de derechos humanos denuncia que el Gobierno israelí utiliza bombas de "dardos de acero" contra la población civil durante su operación en Gaza.

El Centro Palestino para los Derechos Humanos (CPDH) acusa al ejército israelí de usar en su operación en Gaza bombas de fragmentación que esparcen miles de dardos diminutos capaces de perforar un casco y de matar a una persona, informó RT, citando a The Guardian.

El CPDH asegura que el pasado jueves el Gobierno de Tel Aviv lanzó seis proyectiles con dardos contra la localidad de Juzaa, al este de Jan Yunis de Gaza, y que a consecuencia de ello Nahla Khalil Najjar, palestina de 37 años, resultó herida en el pecho. El CPDH ha proporcionado al diario británico una foto de dichos dardos.

Un portavoz del ejército [israelí] no desmintió el uso de este tipo de proyectiles en el conflicto. "Como norma, el ejército [israelí] solo utiliza armas que son consideradas legales, según el Derecho Internacional y de una manera absolutamente coherente con las normas de un conflicto armado", insiste.

En 2002 el Tribunal Supremo israelí dio luz verde el uso de estos dardos, que el ejército hebreo ha utilizado en los últimos años en Gaza y en Líbano. A finales de 2008 y principios de 2009 Israel fue criticado por el uso de fósforo blanco durante la ofensiva de Gaza.

18/7/14

250.000 veteranos de la Guerra del Golfo presentan anormalidades en sus cerebros




Cuando Sadam Hussein decidió incorporar Kuwait como la decimonovena provincia del Irak no pensó que la Comunidad Internacional iba a responder fulminantemente a su agresión. Primero con un devastador embargo, luego con el bombardeo a su infraestructura y su ejército, y por último con una ofensiva por tierra que les expulsó de tierras kuwaities. Veinte años después, casi 250.000 soldados norteamericanos de los 700.000 desplegados en Arabia Saudí y Kuwait en febrero de 1991 sufrendaños cerebrales irreversibles y durante mucho tiempo han sido ninguneados por el Ministerio de Defensa de su país.


Mapa de las operaciones terrestres de flanqueo en la Guerra del Golfo. La Guardía Republicana fue expulsada rápidamente de Kuwait.

Robert Ward era una atleta. A los 30 años fue destinado al Golfo Pérsico para combatir a Sadam. En Irak fue expuesto a sustancias que le cambiaron para siempre la composición cerebral. Su última carrera la corrió el día después a que Bill Clinton fuera elegido presidente en 1992 y desde entonces, con 32 años por aquel entonces, no pudo correr más.

“Me sentía cansado, ese típico cansancio que se siente tras un día en el que se ha trabajado muchas horas y vas a casa y en cuanto pillas la cama caes rendido inmediatamente” explica Ward.

Los veteranos de la primera Guerra del Golfo saben que Ward estaba padeciendo uno de esos episodios de fatiga crónica que les acechan desde que estuvieron desplegados en Arabia Saudí en 1991. Ahora, un nuevo estudio sugiere que algo les cambió el cerebro para siempre, a él y a todos los que sufren el mal conocido como el Síndrome de la Guerra del Golfo.

Es solo un pequeño estudio y no es definitivo. Pero los veteranos como Ward están ávidos de algún descubrimiento que les explique sus síntomas. “Siento dolor todos los días. Los músculos me duelen continuamente”, Ward está imposibilitado para trabajar a jornada completa debido al dolor ya la fatiga.

El equipo médico liderado por el doctor James Baraniuk de la Universidad de Georgetown ha encontrado lo que parece ser un daño en la materia blanca de los veteranos de la Guerra del Golfo que sufren fatiga crónica. Esto confirma que el Síndrome es físico y no spicosomatico. Usaron un escáner cerebral llamado MRI (imagen de resonancia magnética).


La política de tierra quemada de Sadam Hussein provocó la destrucción del 10% del petroleo kuwaiti y una catástrofe natural de gran envergadura.

Los investigadores han comparado a 31 veteranos de la Guerra del Golfo con 20 casos similares entre otros veteranos y civiles con síntomas parecidos. Solo han podido procesar unos cuantos debido al alto coste económico de los escáneres MRI, unos 1.100 dolares la hora.

El trabajo ha sido financiado por el Departamento de Defensa por orden del Congreso. La investigación acerca del síndrome de la Guerra del Golfo muestra que los soldados que sienten fatiga y dolor presentan cambios en el fascio fronto-occipital, un manojo de fibras nerviosas que procesan la percepción del sufrimiento y la fatiga. La severidad de estos dolores se corresponde con la intensidad de la lesión.

El Departamento de Defensa tardó años en siquiera reconocer que existía el síndrome de la Guerra del Golfo. Pero ahora ese departamento está financiando una investigación que palie la fatiga crónica.

Alrededor de 700.000 militares sirvieron en 1991 en la Guerra del Golfo, y alrededor de 2.6 millones han estado desplegados en Irak y Afganistán. Unos 250.000 siguen sufriendo dicho mal.

Ya en el 2006 se dijo que la exposición a pesticidas, agentes nerviosos y químicos podrían explicar algunos de los problemas, como fortísimos dolores de cabeza, que sufren los afectados. Algunos estudios sugieren que los veteranos tienen mayor propensión a desarrollar enfermedades neurológicas, incluyendo la intratable y mortífera esclerosis lateral amiotrófica (la enfermedad que sufre Stephen Hawking).


La aviación de la ONU redujo a chatarra al potente ejército iraquí y desmoralizó a sus tropas.

Ward no recuerda haber sido expuesto a armas químicas, pero, como miles de sus compañeros, respiró el humo de los ardientes campos petrolíferos cuando las tropas entraban en Irak desde Arabia Saudí y Kuwait. “Fueron unos cuantos días en los que el sol fue como la luna, debido a la cantidad de humo que había en el aire”. Algunas de las otras opciones que se barajan como causa de dicho mal son la exposición a pequeñas cantidades de gas sarín cuando la munición química fue destruida y al abuso de una droga llamada bromuro de pyridostigmine, que se les suministró a los soldados para protegerlos del gas sarín.

La fatiga comenzó poco después de su despliegue. Ward, con la treintena recién cumplida y en perfecta forma física pasó a guardar cama con fuertes dolores en las extremidades. Solo ha trabajado 7 de los últimos 20 años y no se ha casado.

Steven Coughlin, un investigador sobre el Síndrome de la Guerra del Golfo, testificó en el Congreso que el Veterans Affairs, un departamento encargado de cuidar y otorgar derechos federales a los veteranos, suprimió y manipuló los datos de la investigación para sugerir que el desorden era spicosomatico y no físico.

Couhlin explicó que: “Si el estudio produce resultados que no apoyan la política no escrita del Veterans Affairs, no se publica esa información. En algunos casos cuando un estudio embarazoso es publicado, los datos son manipulados para hacerlos ininteligibles. “Algo que apoye que el Síndrome de la Guerra del Golfo es de condición neurológica no es probable que sea publicado” atestiguaba Coughlin.

Veinte años después puede que les llegue el reconocimiento de su enfermedad a aquellos hombres desplegados bajo la primera medida de la ONU apoyada tanto por Estados Unidos como por, con ligera reticencia, Rusia. Fue una campaña legal y apoyada casi por unanimidad por occidente.

Carlos de Lorenzo Ramos

La enfermedad del Golfo Pérsico es todavía un enigma para la medicina militar




The Persian Gulf illness is still an enigma for military medicine

Tte. Cor. José Menéndez LópezI; My. Mirtha Infante VelázquezII; Tte. Cor. René Esteban Ventura VelázquezIII; Tte. Cor. Carlos Quevedo FonsecaIV; Tte. Cor. Juan Ávalos MartínV; My. Reynol Moreno PueblaVI

IDoctor en Ciencias. Profesor e Investigador Titular. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana, Cuba.
IIDoctora en Ciencias Médicas. Profesora e Investigadora Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana, Cuba.
IIIDoctor en Ciencias Médicas. Profesor Titular. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana, Cuba.
IVDoctor en Ciencias Médicas. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana, Cuba.
VMáster en Ciencias Pedagógicas. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana, Cuba.
VIDoctor en Ciencias Médicas. Profesor e Investigador Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana, Cuba.



RESUMEN

El artículo abarca un conjunto seleccionado por los autores de las publicaciones indexadas, que con respecto a eventos de salud relacionados con los veteranos de la Guerra del Golfo Pérsico permitan recopilar nuevas evidencias para una mejor comprensión de esta condición de salud, que en los momentos actuales se considera dentro de la categoría de múltiples síntomas inexplicados (MUS), conjuntamente con la fatiga crónica y la fibromialgia. Lamentablemente, las relaciones de causalidad entre factores diversos que obran en el complejo mundo patogenético y fisiopatológico que constituye la enfermedad del Golfo aún quedan por establecerse de una forma inequívoca. La evidencia clínica aún carece de un sustento repetible y, a medida que envejecen las diversas cohortes de veteranos que participaron en el evento (18 años), lógicamente se superponen hechos biológicos relacionados con el natural deterioro que impone la edad y con los recursos (fondos) para investigaciones muy costosas, que a los países participantes en esto no les interesa destinar.

Palabras clave: Enfermedad del Golfo Pérsico, salud operacional, medicina militar.


INTRODUCCIÓN

El teatro de operaciones militares (TOM) en donde se desarrolló la primera Guerra del Golfo Pérsico (GGP) se ha convertido en el ejemplo más fehaciente de lo que puede significar una amenaza para la salud en el curso de una operación militar de envergadura (como sin duda fueron las operaciones Escudo y Tormenta del Desierto).



El conflicto bélico regional, con un número no significativo de bajas para los efectivos de la coalición de la ONU (especialmente para las tropas norteamericanas e inglesas), ha tenido la característica desde el punto de vista de la salud, de que sus consecuencias sobre esta se han expresado en cantidades de decenas de miles en contingentes que de ese teatro de operaciones militares fueron regresando. Son víctimas de la guerra, las cuales no exhiben en su inmensa mayoría lesiones traumáticas evidentes, sino una autopercepción de que su salud está afectada por "algo raro" y que existió "alguna cosa" que les indujo a sentirse "peor que antes del Golfo".



En su condición de afectados por "algo" en el TOM del cual regresaban, fue exigido al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica que se les indemnizara por su categoría de veteranos y la auto-referida "pérdida de la salud".



Eso suponía la aceptación por parte de agencias federales de los EUA de que efectivamente había ocurrido algo en el TOM del Golfo Pérsico no atribuible a la condición clásica de herido de guerra; pero, en definitiva, era una responsabilidad gubernamental que significaba el desembolso de una considerable cantidad de dinero.



En el quinquenio 91- 95 del siglo pasado, varias agencias federales del gobierno de EE. UU. realizaron una intensa y multidisciplinaria búsqueda de las amenazas de salud que pudieron haber existido en ese TOM, que pudieran explicar satisfactoriamente la nueva condición de «salud afectada», de la cual se quejaban los veteranos de la GGP.



Las agencias federales de salud, medio ambiente y otras más, concluyeron sus investigaciones sin poder determinar un solo agente causal que explicara la peculiar condición de salud de la cual se quejaban los veteranos, y quedó entonces el llamado (más por la prensa que por agencias de salud) "Síndrome del Golfo", sin una explicación que estableciera una relación inequívoca.



Existe una recopilación de todos los enfoque utilizados en ese período de investigación activa, de las agencias federales norteamericanas,1 y el presente artículo pretende actualizar hasta el año 2009 lo aparecido en una serie de reportes que con respecto a este enigma han sido publicados en la literatura especializada no clasificada.



Comienza a aparecer la primera generación de reportes de carácter estadual, al cesar el presupuesto asignado por el gobierno federal para proseguir las investigaciones. De ahora en adelante la pauta sería: cuanto más presión ejercieran los veteranos de la GGP de cada estado, habría investigaciones locales que tratarían de ofrecer las evidencias que las agencias federales habían sido incapaces de suministrar. Relativa, poca o ninguna presencia tuvo lugar en el trienio 1995 1997, a pesar del carácter determinante que tuvieron las conclusiones federales acerca del fenómeno de salud de los veteranos. A partir de 1998 comienzan a publicarse trabajos que retoman la visión de que es posible construir evidencia acerca de la asociación de combinaciones de drogas utilizadas en algunas circunstancias durante las operaciones militares del Golfo y el debut de disfunción neurológica a largo plazo.2



Se revitalizó el hecho de que el bromuro de piridostigmina fue administrado a cerca de 250 000 a 300 000 efectivos de las Fuerzas Armadas estadounidenses en una dosis diaria de 90 mg por un período de siete días, con intención profiláctica de ataques con neuroparalizantes (SOMAN), y no se pudo descartar completamente que esta pauta terapéutica inusual pudiera inducir a efectos colinérgicos tardíos en quienes fue aplicada.3



La carencia de respuestas ágiles a interrogantes de asociación de afectaciones de la salud inespecíficas e invalidantes para los veteranos desarrolló una tendencia a la negación del fenómeno en prensa especializada no oficial.



Casi al final del siglo XX (1999) se publicó el resultado de un estudio poblacional en el cual se empleó un cuestionario de 50 síntomas habituales en las quejas de salud inexplicables por entidades nosológicas definidas en tres cohortes de militares británicos (una dislocada en el Golfo, otra en Bosnia y otra en Inglaterra). Del estudio de este análisis (utilizó análisis multivariado) se sugiere que existe efectivamente no una enfermedad del Golfo, sino varios síndromes relacionados con él y que recibieron en este estudio un síndrome de estado de ánimo "descorazonado", un síndrome respiratorio (relacionado con la neumonitis de Al Eskan) inducido por la "arena sucia" (dirty dust) y un síndrome de afectación inespecífica del sistema nervioso periférico.4



Ante la evidencia de haber sido descubierta una variedad de leishmania (llamada viscerotrópica) en un número reducido de casos, hubo un intento frustre de asociar la sintomatología de los veteranos del Golfo Pérsico con un factor infeccioso común, lo cual motivó un estudio de casos y controles de participantes en la operación Tormenta del Desierto, en el cual, en 34 de 718 participantes (41 %) y 116 de 2 233 controles (5,2 %) fueron hallados anticuerpos a Mycoplasma fermentans; sin embargo, no se logró detectar un aumento significativo de seroconversión (1,1 vs. 1,2 %) entre grupos y controles. Los autores entendieron que la evidencia mostrada en este estudio no permitía inequívoca ni perspectivamente asociar la Enfermedad del Golfo a un factor infeccioso con serología factible de demostrar.5



Existía una opinión generalizada en aquella época en que, sin duda alguna, debieran existir elementos ocupacionales (entendidos como "preparados para combatir") y 3 297 militares ingleses veteranos del Golfo participaron en un estudio, el cual evaluado su resultado mediante técnicas de regresión logística puso en evidencia una débil asociación entre el hecho de haber sido destinado como un refuerzo individual en un puesto de combate y el desarrollo posterior de un síndrome de estrés postraumático, pero no pudo establecerse relación entre el haber recibido un entrenamiento previo y la aparición de síntomas. El estudio concluyó que, entre varios factores, el grado militar resultó ser el más relevante, que desde el punto de vista ocupacional se relacionó con la aparición de síntomas físicos y psíquicos en los veteranos británicos del Golfo. Parece ser dejan entrever los autores que influye el status socioeconómico y el deseo de retorno a la vida civil.6



Al inicio del siglo XXI se comenzó a hablar de condiciones morbosas MUS (múltiple unexplained symptoms) y junto a la fatiga crónica (FC) y la fibromialgia (FM) se pretendió incluir a la poco dominada desde el punto de vista patogenético enfermedad del Golfo, la cual se benefició de reportes que pretendían atribuirles una causa común. Como expresión de esto, se mencionó la existencia de un estado de hipercoagulabilidad detectado en FC y FM que, en asociación con hallazgos aislados en veteranos de la GGP, pudieran explicar sobre la base de la "teoría hematológica" un intento de opción terapéutica de anticoagulantes para las tres condiciones.7



Desde el punto de vista epidemiológico, se intentaba dar una definición de caso para el portador de una enfermedad del Golfo. Un estudio realizado en el año 20018 analizó factorialmente, en una muestra de 120 veteranos, cuántos de ellos cumplían los requisitos tomados en consideración por el Center for Disease Control(CDC). Los autores reportan que el 83 % de los estudiados cumplían esos criterios y que los factores que explicaban el 70 % de la varianza de la muestra era una mayor edad, mayor número de exposiciones a momentos combativos peligrosos, mayores niveles de estrés, elementos depresivos y pobres estilos y calidad de vida. Surge entonces la modalidad de proponer regímenes de tratamiento individualizados, puesto que se parte de figuras reactivas distintas de un escenario común.



Para continuar con ese punto de vista, se reporta un estudio que se dedicó a entrevistar a internistas y a trabajadores de salud mental acerca de las causas de producción de esta enfermedad, de manera que se proyectaran regímenes terapéuticos y de manejo acordes con sus desempeños. Al comparar las entrevistas, predominó en los trabajadores de salud mental un "origen físico" de la sintomatología (fundamentalmente relacionado con deterioro medio ambiental e inmunizaciones múltiples) y en los internistas un origen de "deterioro mental", relacionado fundamentalmente con equivalentes somáticos de un estrés postraumático.9 Reportes de investigaciones cuyos resultados sugieren la asociación en la enfermedad del Golfo con fenómenos de disfunción cognoscitiva, pueden ir mas allá de lo que se conocía en el terreno de la neuropsicología a principios de siglo XXI.10



Los resultados de un estudio de cohorte de carácter ocupacional apuntan hacia la compatibilidad del hecho clínico de que los veteranos de la GGP aún continúan siendo un grupo que se caracteriza por manifestar muchos síntomas que reflejan una salud quebrantada. El exceso de enfermedades (como grupo) que reporta el autor después de varios cortes con intervalos de años apunta como característica fundamental la persistencia de estos en el tiempo.11



Se reporta un estudio en el cual los autores investigaron la asociación de 15 exposiciones, diez estresores y ocho eventos vitales con síntomas de enfermedad reportados por veteranos de la GGP diagnosticados como portadores de la enfermedad del Golfo. Se empleó un cuestionario enviado por correo, cuyo nivel de respuestas recibidas fue cercano al 60 %. Las variables más asociadas con el grupo de mayor cantidad de síntomas fueron las relacionadas con la exposición a agresivos químicos, temor de infección, técnica militar deficiente y temor de lesionarse con la consiguiente secuela de discapacidad para el período posterior a la guerra. De acuerdo con sus resultados, los autores sugieren el desarrollo de modelos de análisis de exposición a los TOM contemporáneos.12



Otro estudio reporta una evaluación neuromuscular realizada en veteranos GGP, y su objetivo básico consistió en buscar una explicación objetiva de síntomas de debilidad o fatiga cuya causa no estuviera relacionada con la presencia del sujeto en el escenario de operaciones de la GGP. Se empleó la biopsia muscular y la determinación de anilato de deaminosa (AD). Los resultados obtenidos no pudieron establecer una asociación significativa entre la presencia de síntomas y el sustrato anatómico o neurofisiológico de acuerdo con la sensibilidad diagnóstica empleada. Los autores sugieren que la explicación de la fatiga y debilidad muscular pudieran estar relacionados con disfunciones neurovegetativas, quizás a nivel molecular.13



Un estudio que incluyó a 42 818 sujetos, quienes fueron sometidos a una nueva metodología de auto-reporte de salud quebrantada, fue reportado en el año 2004, en el que emplearon como fuente a veteranos de la GGP de Inglaterra. Los resultados confirmaron una mayor presencia de enfermedades, lo que respaldó las conclusiones de estudios anteriores, cuyos resultados venían siendo objeto de una controversia sistemática.14



Hotopf reporta la consecutividad del seguimiento de una cohorte de veteranos de la GGP ingleses, contactados a través de una encuesta postal con un porcentaje de respuesta de 75. De acuerdo con los resultados obtenidos sugieren que, mientras la vacunación múltiple y la exposición arriesgada a acciones combativas resultan ser factores de riesgo importantes para padecer de la enfermedad del Golfo, no parecen ser estadísticamente significativas como para explicar la persistencia de estos síntomas. No puede descartarse en este estudio la edad, síntomas severos iniciales, síntomas de discomfort psicológico y la creencia de tener la enfermedad del Golfo.15



Servatius y Beck reportan sus hallazgos realizados en modelos de experimentación animal en ratas expuestas a concentraciones diversas de bromuro de piridostigmina, neostigmina e Interleukina L. Los resultados permiten formular la hipótesis de que el aprendizaje contextual y los cambios en la reactividad como consecuencia de disregulación de receptores interoceptivos ligeros (especialmente con el Bromuro de piridostigmina) puedan jugar algún papel en el desarrollo de síntomas no específicos, como los experimentados por los veteranos de la GGP.16



M. Sim y H. Kalsell, a propósito de refrendar la participación de Australia en la GGP en composición de un pequeño destacamento naval, reporta un método novedoso de recolección de información y evaluación de salud quebrantada que denomina "cara a cara", con el cual le confiere una mayor validez a los resultados de modelos de entrevistas previos, los cuales se efectuaban con el empleo de métodos tradicionales. El estudio mostró resultados compatibles con los patrones de reporte de múltiples síntomas, muchas veces no revelados en los modelos tradicionales. Encontró coincidencias de la presencia de trastornos de estrés postraumático, disfunción sexual y abuso de sustancias tóxicas, los cuales mostraron una mayor frecuencia en el grupo australiano y se asociaron con los estresores clásicos reportados para la GGP.17



Paekman y Skowera centraron su atención en la posible disfunción inmunológica en veteranos de la GGP a punto de partida de vacunaciones múltiples y factores hasta ahora no exactamente identificados, que tuvieron lugar en el transcurso de las acciones combativas de la GGP. De acuerdo con sus resultados, el balance de la evidencia de los estudios inmunológicos en estos veteranos (con o sin síntomas) apunta hacia que la respuesta inmune no se muestra polarizada hacia Th 2, lo cual a juicio de los autores parece ser una pista importante para una explicación plausible de la sintomatología múltiple encontrada, pero la disponibilidad tecnológica necesaria para esto no parece ser factible en los momentos actuales.18



Petrik y Wong, en su estudio de carácter experimental, se concentran en el tema de la vacunación contra el ántrax, especialmente en el adyuvante de hidróxido de aluminio y escualeno considerados como potencialmente tóxicos. Se estudiaron en un modelo animal dichos compuestos y se evidenciaron daños neuronales motores, lo cual pudiera convertirse en una alternativa de explicación para los síntomas de veteranos de la GGP que apunten hacia la esfera neurológica.19



Iversen y Chalder se pronuncian en su trabajo por la necesidad de hallar una plataforma metodológica más eficaz que la disponible actualmente para establecer las asociaciones necesarias y los factores causales de los síntomas referidos por los veteranos de la GGP. Abogan por un contexto social más amplio, que concibe intervenciones y acciones efectivas, y como resultado de esto, la identificación de nuevas prioridades de investigación para desarrollar enfoques terapéuticos más eficaces.20



Brown se une a aquellos que demandan un nuevo enfoque del problema de salud de síntomas múltiples inexplicados, los cuales necesariamente una vez descartados factores de organicidad demanden intervenciones psicológicas personalizadas que puedan ser útiles, tanto en el síndrome de fatiga crónica, como en la fibromialgia y en los veteranos de la GGP.21



Como expresión de una función inmunológica peculiar en los veteranos de la GGP, Whistler y Fletcher hallaron una citotoxicidad NK disminuida y una expresión genética alterada, que se relacionó con las funciones de las células NK, Las citoquinas no inflamatorias, proporción de células T y medidores de la respuesta al estrés (incluyendo cortisol salivar) que se encontraron alteradas. Estas diferencias aumentaron con el ejercicio (carga ergométrica). Los referidos autores proponen esta metodología como herramienta de trabajo para la evaluación de estas condiciones de síntomas múltiples inespecíficos.22



Ammouette, Lampigton,23 Keil y McGuinn24 y Lamproglou y Barbier Paekman,25 en sus respectivos trabajos en modelos experimentales, abordan la influencia de factores de toxicidad en el TOM de la GGP y el consiguiente daño en estructuras del SNC. Ammouette, en las conclusiones de su trabajo, no cree que la lesión sea mediada por la permeabilidad de la barrera hematoencefálica inflamada (permeada) por el estrés, sino a través de mecanismos indirectos que emergen de una vía periférica. Keil propone que datos de farmacoquinesia de DEET (rodenticida más empleado) en el TOM de la GGP y en otros escenarios donde este se emplea son capaces de inducir daño neurológico. Lampiglou,26 en ratas sometidas a administraciones repetidas de piridostigmina en condiciones de estrés, logra evidenciar en estas trastornos de conducta y disfunción para el aprendizaje.



Lamentablemente, las relaciones de causalidad entre factores diversos, que obran en el complejo mundo patogenético y fisiopatológico de la enfermedad del Golfo, aún quedan por establecerse de una forma inequívoca. La evidencia clínica aún carece de un sustento repetible y, a medida que envejecen las diversas cohortes de veteranos que participaron en el evento (18 años), lógicamente se superponen hechos biológicos que parten del natural deterioro que impone la edad y los recursos (fondos) para investigaciones muy costosas que a los países participantes en esto no les interesa destinar.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS



1. Menéndez López JR. El fenómeno salud enfermedad en efectivos militares norteamericanos en la guerra del Golfo Pérsico. Centro de Información de Medicina Militar. UCIMED FAR; 1995.



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3. Charaton F. Nerve gas antidote: a possible cause of Gulf ear illness. BMJ. 1999; 39(7218):11546.



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24. Ammoudette C, lampington I, barbier L. Gulf war illness: effect of repeated stressors and piridostygmine treatment on blood brain barrier permeability and cholinestsrase activity on rat brain. Behave Brain res. 2009;203(2)20714.



25. Keil DE, Mc Gussin WD, Dudley AC. Deet suppresses humoral immunological function in B6C3F1 mice. Toxicol Sci. 2009;108(1):11023.



26. Lampraglon, barbier L, Diserbo M. Repeated stress in combination with pyridostygmine: long term behavioural consequences. Behave Brain Res. 2009;203(2)30110.




Recibido: 21 de julio de 2010
Aprobado: 14 de octubre de 2010








Tte. Cor. José R. Menéndez López. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. Calle 114 y Ave. 25, Municipio de Marianao, La Habana, Cuba.

Qatar enfriará sus desiertos para el Mundial de 2022







AIN.- Durante el Mundial de Brasil, Qatar probó zonas abiertas con aire acondicionado conocidas como 'Fanzone climatizada', prototipo de los estadios que albergarán el Mundial de Fútbol de 2022.

"En el exterior hace un tiempo relativamente cálido y húmedo, y en el interior las condiciones son muy agradables. Puedo decir que la tecnología existe y que estamos desarrollándola", dijo el secretario general del comité para la organización del Mundial, Hassan Al-Thawadi, informó RT, citando a la agencia, AFP.

En el verano, las temperaturas en el desierto llegan a los 50 grados y si se logra controlar el calor, el proyecto será un triunfo de ambición y de tecnología.



Qatar, el país más rico del mundo pero no el más feliz



En un siglo, el país pasó de la pobreza a ser el más rico del mundo.

El gas y el petróleo han convertido a Qatar en el país más rico del mundo, suficientemente rico como para gastar, aparentemente, US$200 mil millones en estadios e infraestructura para el Mundial de Fútbol 2022. ¿Pero ha traído esta riqueza -casi ilimitada- felicidad a los cataríes?

El clima todavía está agradablemente fresco como para sentarse al aire libre en Doha, capital de Qatar. En unas pocas semanas será imposible, y aquellos que no tienen que trabajar afuera se retiraran al confort de las salas refrigeradas con aire acondicionado.

Por ahora, las familias se relajan en la tarde soleada paseando por la costa. En los últimos años el paisaje ha cambiado tanto que se ha vuelto irreconocible. Torres de vidrio y acero se elevan como un bosque artificial en lo que antaño era una costa totalmente plana.

"Nos hemos vuelto urbanos", dice Kaltham Al Ghanim, profesor de sociología de la Universidad de Qatar. "Nuestra vida social y económica ha cambiado, las familias se han separado y la cultura del consumo ha ganado terreno".

El gobierno de Qatar presenta estos cambios como algo positivo.

De ser una nación extremadamente pobre hace un siglo, el país ha pasado a ser el más rico del mundo, con un ingreso per cápita de US$100.000.

¿Qué impacto ha tenido este cambio en la sociedad catarí?
Pérdida importante


Donde no se está construyendo se está demoliendo para reconstruir.

En Doha se siente la presión. La ciudad es un sitio en construcción: algunas zonas están en plena obra o en proceso de demolición. El tráfico es denso. Hace que la jornada laboral se torne más larga y deja a los conductores impacientes y estresados.

Los medios locales informan que ahora el 40% de los matrimonios terminan en divorcio. Más de dos tercios de la población -adultos y niños- es obesa.

Los cataríes tienen educación y medicina gratuitas, trabajo garantizado, subvenciones para comprar viviendas y no pagan por el agua o la electricidad.

Sin embargo, la abundancia trajo sus propios problemas.

"Es desconcertante para los estudiantes que se gradúan enfrentarse con 20 ofertas de trabajo", me dice un académico en el campus universitario de Qatar. "La gente se siente muy presionada para tomar la decisión correcta".

En una sociedad en la que los inmigrantes superar en 7 a 1 a los cataríes, los residentes de larga data hablan de la creciente frustración entre los graduados porque los mejores trabajos van a parar a manos de los extranjeros.

La abundancia trajo sus propios problemas a los cataríes.

Hay una sensación de que, en el apuro por crecer, se perdió algo importante.

La vida de la familia catarí está atomizada. Los niños por lo general son criados por niñeras traídas de Filipinas, Nepal o Indonesia, y la brecha cultural es cada vez más amplia entre las distintas generaciones.

Umm Khalaf, una mujer de unos 60 años cuyo rostro está escondido tras la tradicional máscara facial, me describió la "belleza simple" de la vida durante su juventud.

"Es doloroso perder la intimidad familiar", dice.
Bajo la mirada del mundo

El mercado de Souk Waqif es una réplica del antiguo mercado.

En la polvorienta planicie del oeste de Doha, en Umm Al Afai -conocido como el lugar de las serpientes- Ali al Jehani me convida una taza de leche de camello recién ordeñada.

"Antes podías ser rico si trabajabas y si no lo hacías, no", me cuenta mientas saborea un dátil. "El gobierno está tratando de ayudar, pero las cosas están cambiando muy rápido".

Otros coinciden en que los políticos han perdido el contacto con la gente, sobre todo en temas vinculados a los esfuerzos -que algunos consideran corruptos- para que el Mundial 2022 se haga en Qatar, y se inquietan ante la atención inesperada de los medios por los escándalos en torno a la construcción de los estadios.

La periodista Mariam Dahrouj se ajusta su velo mientras me habla de los temores de la gente.

"La gente en Qatar tiene miedo", cuenta. "De repente todo el mundo quiere vernos. Somos una comunidad cerrada, y quieren venir con sus diferencias. ¿Cómo podemos nosotros expresar nuestros valores".

La sociedad catarí está definida por clases, asociadas generalmente a la raza. Es extremadamente desigual.

Si se restablece el equilibrio -como por ejemplo, aboliendo el sistema conocido como kafala, por el cual los inmigrantes trabajan en situación de casi esclavitud, u otorgando la ciudadanía catarí a los inmigrantes- muchos temen que se erosionen la estabilidad y los valores culturales.

Pero la estabilidad aquí ya no es tan sólida y los valores están variando.

A medida que las relaciones regionales con Arabia Saudita y otros vecinos se desmoronan y los corrosivos temores por el impacto del Mundial -para el que aún faltan ocho años- se contagian entre los cataríes, el gobierno puede verse bajo presión para iniciar reformas.

En el mercado de Souk Waqif la gente disfruta de la cálida noche. El mercado es una réplica. El original fue derribado hace una década y reconstruido para parecer antiguo.

Es el único mercado que conozco donde los hombres andan con palas y escobas: aquí la limpieza es otra obsesión.

"Tengan un poco de solidaridad con los cataríes", me dice un antropólogo estadounidense que ha vivido por años en Doha. "Han perdido casi todo lo que les importaba".